Así, instó al Sumo Pontífice a acudir al partido inaugural en el Estadio Arena de Sao Paulo o a cualquiera de los que dispute la selección argentina en el Mundial, dijeron fuentes brasileñas.
Dilma Rousseff regaló al pontífice una camiseta con el dorsal número 10 firmada por el futbolista brasileño Pelé con la dedicatoria "Al papa Francisco con respeto y admiración", así como un balón firmado por Ronaldo con el mensaje "Un abrazo del amigo Ronaldo", informaron fuentes vaticanas en un comunicado.
Bromeando, el papa Francisco dijo que con esos regalos les estaban invitando a rezar para que Brasil gane la Copa del Mundo, a lo que la presidenta respondió que solo le pedía neutralidad, según la nota vaticana.EFE