Un equipo de investigadores del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recopiló datos sobre niveles de actividad física entre 1997 y 2004 y los contrastó con los registros de muertes entre 1997 y 2006.
El análisis, que será publicado en mayo en la revista American Journal of Preventive Medicine, demostró que las personas que realizan actividad física de acuerdo con los parámetros establecidos por la guía sobre actividad física para americanos redujeron su riesgo de muerte en un 27 por ciento.
La guía establece que las personas entre 18 y 64 años deben hacer al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada a la semana o 75 minutos de actividad física vigorosa.
Algunos ejemplos de actividad física moderada son caminar rápido, hacer gimnasia acuática, bailar, jugar tenis en dobles o, incluso, realizar actividades propias de la jardinería.
Como actividad vigorosa considera el trote, la natación, la gimnasia aeróbica, el tenis en singles, la jardinería pesada (cavar hoyos), entre otros.
El ejercicio aeróbico hace que el corazón trabaje bajo mejor presión y que la sangre reciba más oxígeno debido a una mayor profundidad y frecuencia en la respiración. Además reduce los niveles de colesterol en la sangre, disminuye la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, hipertensión e infartos.
Por otro lado, el ejercicio aeróbico reduce los niveles de glucosa en la sangre, lo cual aleja el riesgo de desarrollar diabetes, aumenta la producción de endorfinas y baja la de adrenalina, lo cual se traduce en una mayor sensación de bienestar físico y emocional.
Otros estudios atribuyen a la actividad física la capacidad de reducir el riesgo de sufrir distintos tipos de cáncer como el de mama y el de colon.
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