(AFP) - Un amplio operativo contra las finanzas del cártel de Los Zetas dejó en 19 días de choques un total de 31 muertos en cuatro estados del norte de México y la captura de dos importantes líderes, entre ellos el segundo responsable financiero del grupo.
La operación “da un golpe contundente a la estructura financiera” de Los Zetas, un cártel conformado a fines del siglo pasado por militares de las fuerzas de élite mexicanas que desertaron para unirse al cártel del Golfo, señaló el parte oficial entregado este jueves por la la Secretaría de la Defensa.
El operativo ‘Lince Norte’, que comenzó el 16 de julio, dejó también 32 heridos (21 de ellos militares), 196 detenidos y el decomiso de 1.217 armas, más de tres toneladas de marihuana y más de un millón de dólares, según el balance.
El detenido más importante es Valdemar Quintanilla (“Adal”), presentado como el segundo responsable de las operaciones financieras de Los Zetas, quien fue mostrado el miércoles a la prensa en Ciudad de México.
En otras acciones del mismo operativo también fue capturado Rafael Salmerón, jefe de plaza (local) de Los Zetas en la ciudad de San Luis Potosí (norte) y fue abatido Jorge Luis de la Peña Brizuela alias ‘Pompín’, jefe local en Nuevo Laredo, una urbe fronteriza por donde pasa el 30% del comercio terrestre con Estados Unidos.
Las acciones, en las que participaron además de 4.000 efectivos más de 23 aeronaves militares, incluyeron el allanamiento de varios ranchos (haciendas) y viviendas, en cuatro estados del norte de México: San Luis Potosí (norte), Coahuila (norte), Nuevo León (norte) y Tamaulipas (noreste).
Un habitante de Nuevo Laredo narró que en la operación del martes en la que murió el jefe local de Los Zetas, los helicópteros dispararon desde el aire para apoyar a las tropas en tierra.
“La cosa se puso fea, hubo primero una balacera al mediodía a una cuadra de la presidencia (alcaldía), después dispararon desde los helicópteros”, señaló telefónicamente el testigo que pidió el anonimato.
En una de las viviendas allanadas en Santa Catarina, cerca de Monterrey, fueron encontrados 6,5 millones de pesos mexicanos (unos 540 mil dólares), en un escondite, que según responsables militares iban a ser usados para pagar sicarios.
El enfrentamiento entre Los Zetas y sus antiguos jefes del cártel del Golfo, se ha focalizado este año en Monterrey y su zona metropolitana de 4 millones de habitantes y sede de algunas de las mayores empresas multinacionales de origen mexicano como Femsa (la embotelladora de Coca Cola en América Latina), el gigante cementero Cemex o el líder en productos de maíz Gruma.
Los Zetas que originalmente servían como sicarios y escoltas de los capos del cártel del Golfo comenzaron a deslindarse de esa organización después de que el capo Osiel Cárdenas fuera condenado a comienzos del año pasado en Estados Unidos a 25 años de prisión.
Desde entonces iniciaron una sangrienta confrontación en el noreste de México y se ha extendido a otras zonas. Además del narcotráfico, el grupo obtiene millonarios ingresos por el cobro de extorsiones, el robo de combustibles y el secuestro de migrantes según el gobierno.
En México han sido acusados de cientos de asesinatos, entre ellos 72 migrantes de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil en agosto de 2010 en un rancho a 160 km de la frontera con Estados Unidos.
Los Zetas actúan también en Guatemala, donde el gobierno declaró el estado de sitio para perseguirlos y los ha acusado de numerosas matanzas entre ellas la de 27 personas que aparecieron decapitados en mayo en El Petén (norte).
A comienzos de julio la Policía mexicana capturó a Jesús Enrique Rejón, el número tres en la jerarquía de Los Zetas y uno de los fundadores de esa organización, que cuenta con entre 15.000 y 17.000 integrantes, según estimaciones de ONGs y de organismos de inteligencia.