(Montevideo, 28 de noviembre. EFE).- Los uruguayos ingresaron hoy en las 48 horas de reflexión durante las que esta prohibida la publicidad política antes de elegir el próximo domingo en balotaje a su futuro presidente, con el candidato de la izquierda, el oficialista Tabaré Vázquez, como claro favorito para ganar.
Vázquez, socialista, oncólogo, de 74 años y que ya fue presidente de Uruguay entre 2005 y 2010, reúne entre el 52 % y el 53 % de la preferencia frente al aspirante de la oposición, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional o Blanco, y que aglutina entre el 35 % y el 38 % del electorado.
Los analistas coinciden en que el candidato oficialista tiene el camino despejado hacia la Presidencia, tras haber quedado a un paso de lograr la mayoría necesaria para ganar sin necesidad de balotaje el pasado 26 de octubre, cuando la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA) sumó el 47,9 % de los votos.
Claras muestras de la diferencia de tensión y expectativa con que se viven las horas previas a las elecciones a la interna de cada fuerza quedaron patentes el jueves, en el cierre de las campañas.
Por el contrario, el acto de cierre del Partido Nacional en la ciudad de San Carlos, en el departamento de Maldonado y a 140 kilómetros de Montevideo, fue bastante menos concurrido y con poca efervescencia pese al esfuerzo de Lacalle Pou por contagiar optimismo.El FA reunió en Montevideo a miles de entusiastas seguidores que con cientos de banderas, gorros, cornetas y tamboriles se dedicaron a celebrar y bailar, en una fiesta de música, color y alegría mezclada con los discursos políticos.
El candidato de la oposición, abogado de 41 años, expresidente de la Cámara de Diputados e hijo de Luis Alberto Lacalle Herrera, que fue presidente de Uruguay entre 1990 y 1995, tenía desde antes un panorama complicado para intentar desbancar a la izquierda.
Su campaña apostó por la “positiva” y por un “cambio generacional” que pareció darleresultado hace varios meses en el inicio de la campaña.
Sin embargo, las urnas trajeron a la realidad a los nacionalistas, que en la primera vuelta votaron mejor (30,9 %) que en la elección de 2009 pero bastante por debajo de lo que debían para tener expectativas de llegar al Gobierno y de lo que esperaban.
El mandatario destacó la “estabilidad política” de su país y la “tolerancia social en la discrepancia”.Mientras, el presidente uruguayo, José Mujica, hizo hoy un llamado a la unidad y el respeto de cara a la jornada del domingo.
El “nosotros” en Uruguay “lo componen todas las opiniones,todas las tendencias y todos los colores“, dijo.
En un mensaje en su emisión de radio “Habla el Presidente”, Mujica dijo que el resurgimiento que experimentó en los últimos años la economía uruguaya fue la “combinación” entre “viento de cola, políticas y el esfuerzo de empresarios y del tejido social. Sostenerlo, acrecentarlo y desarrollarlo depende de todos”, agregó.
Los buenos números económicos, que se mantienen desde que la izquierda accedió por primera vez al poder en 2005 de la mano de Vázquez, son su principal carta de presentación frente a la ciudadanía y clave para la amplia victoria en la primera vuelta con mayoría en la Cámara de Diputados (50 en 99).
Sin embargo, los problemas de seguridad pública, la mayor preocupación de los uruguayos según las encuestas, y en la educación, el segundo tema que más aflige, no han tenido solución.
Por ello, Vázquez se comprometió a “ensayar políticas nuevas” y destinar “mas recursos” para buscar soluciones de fondo en ambos.
Un total de 2,6 millones de uruguayos están habilitados para sufragar el domingo en unas elecciones con voto obligatorio.
En las próximas horas se espera la llegada al país de varios miles de uruguayos radicados en Argentina para poder votar, debido a que Uruguay no tiene sufragio a distancia ni consular.
Jorge Figueroa / EFE