Corea del Sur se clasificó a las semifinales del torneo de fútbol masculino, donde chocará con Brasil, al imponerse este sábado en Cardiff a Gran Bretaña por 5-4 en los penales, tras igualar 1-1 en el juego.
El portero Lee Bumyoung, que tuvo que reemplazar al titular Jung Sungryong por lesión en medio del partido, se convirtió en el verdugo inesperado de los británicos al detener el penal decisivo de Daniel Sturridge, ante la perfección de los remates de sus compañeros que sellaron la victoria por 5-4.
El encuentro había llegado hasta el alargue después de que los asiáticos se pusieran en ventaja con una diana del volante Ji Dongwon (28), con un zurdazo potente, y los anfitriones igualaran a través de Aaron Ramsey de penal (36).
En la tanda de penales, para los surcoreanos anotaron Koo Jacheol, Baek Sungdong, Hwang Seokho, Park Jongwoo y Ki Sungyueng, mientras que para los locales lo habían hecho Aaron Ramsey, Tom Cleverley, Craig Dawson y Ryan Giggs, hasta que Sturridge falló el suyo.
Paradojas del destino, una vez más los ingleses, mayoría en este elenco británico que contaba con 5 galeses, se quedan fuera de una cita grande a través de esta vía.
La última vez había sido hace poco más de un mes, cuando Italia se impuso en la definición desde los once metros en los cuartos de final de la Eurocopa.
Este maleficio persigue desde hace años a los ingleses, que han perdido 7 de las 8 definiciones por penales que han disputado en citas mayores.
Gran Bretaña, que llegaba entonada por la victoria 1-0 ante Uruguay que le dio el liderato de la llave A, tuvo que transpirar la camiseta pero ni así se pudo deshacer de unos surcoreanos que le plantaron batalla en todos los sectores del campo.
El portero titular asiático Jung Sungryong se lució a los 40 minutos al atajarle un penal al galés Ramsey, que cuatro minutos antes le había convertido uno que Jung estuvo a punto de taparle. Parecía un anticipo de lo que venía.
Sin embargo, el meta surcoreano debió ser sustituido por el arquero suplente Lee Bumyoung (62), tras un choque con Micah Richards que también le tuvo que dejar su lugar a Craig Dawson (60), en ese choque duro para ambos equipos.
El conjunto anfitrión llegaba de menor a mayor, tras el debut con igualdad 1-1 ante los senegaleses y la victoria 3-1 frente a Emiratos Árabes Unidos, además del festejado con mucho ruido ante los uruguayos de Luis Suárez.
Los surcoreanos también llegaban invictos a la capital galesa, tras acabar segundos de la llave B, por detrás de México, con el que empataron 0-0 en el debut. Después se impusieron 2-1 a Suiza y empataron sin tantos contra el campeón africano Gabón.
El elenco del técnico Myung Bo Hong sorprendió a los 28 minutos con una trepada de Ji, que al entrar al área sacó un misil de zurda que no pudo detener el portero Jack Butland, algo responsable en el tanto.
Pero los británicos comenzaron a meter presión con su cuadrado mágico Joe Allen-Sinclair-Ramsey-Cleverley. Hasta que un defensa surcoreano cometió mano dentro del área y el árbitro colombiano Wilmar Roldan pitó la pena máxima que anotó Ramsey.
Cuatro minutos después la acción se repitió, tras falta de Hwang Seokho sobre Sturridge, pero esta vez Jung ahogó el grito de gol desde los once metros.
En una segunda parte sin mucho brillo, Gran Bretaña buscó el triunfo más por responsabilidad que lucidez, sin encontrarlo, por lo que el partido mantuvo el suspenso hasta el tiempo extra.
En el alargue, Corea del Sur se perdió un gol increíble, con un cabezazo en el corazón del área chica de Ji, tras tapada genial de Butland a Park Jongwoo (92), que se lo volvió a perder minutos más tarde (103), en una prolongación en que Gran Bretaña bordeó la eliminación.
Al final, los penales premiaron el impulso del final de los surcoreanos, que dejaron fuera a una Gran Bretaña que iba camino a recuperar el oro perdido que logró por última vez en 1912, posterior al de 1908, y el de 1904 que la FIFA no reconoce pero sí el COI.
El Universal.com