Dpa).- En su país la apodan la “Muñeca” y ella se ilusiona por hacer su trabajo con una falda corta: la venezolana Karlha Magliocco es una de las grandes protagonistas del estreno absoluto del boxeo femenino olímpico.
“Es maravilloso que el boxeo tenga una dualidad. Yo estuve tanto tiempo esperando poder participar en unos Juegos… Que este deporte tenga hoy en día un complemento es algo muy especial”, afirmó a la agencia dpa la pugilista de 26 años.
Magliocco se presentará mañana en el complejo Excel de Londres y será una de las 36 boxeadoras debutantes en la especialidad, dividida en tres categorías de peso.
La venezolana se enfrentará a la brasileña Erica Matos en los octavos de final del peso mosca y aparece como una de las grandes esperanzas de medalla para su país.
La medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara es una defensora acérrima del estilo femenino en el boxeo. De hecho, difiere de la mayoría de sus colegas a la hora de tratar el polémico tema de los pantalones o las faldas para boxear.“Independientemente de que estemos en un deporte rudo o tosco, nosotras no podemos perder nuestro toque femenino”, aseguró la mujer que comenzó en la actividad a los 12 años.
“Para mí no es problema boxear con una falda, y si es corta, menos. Pienso que nosotras, las mujeres, tenemos que mantener la femeneidad en esto”, dijo.
Después de idas y venidas a lo largo del último año, la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) determinó que cada país decidirá si sus representantes femeninas pelearán con pantalón o con falda.
La joven bromista y simpática lo hará con un pantalón corto por decisión de la Federación Venezolana de Boxeo.
“Yo no lo veo como algo vulgar pelear en falda, sino todo lo contrario. Es algo que podría distinguir al boxeo femenino del masculino. Sería algo bastante particular vernos en falda”.
Toda la alegría que contagia Magliocco se disuelve a la hora de entrar en un estadio de boxeo, sea dentro del ring o fuera de él.
Tal fue su espectáculo en las gradas, que los aficionados presentes, en su mayoría británicos, se volcaron junto a ella al grito de “¡Venezuela, Venezuela!”.Durante las peleas de sus compatriotas Gabriel Maestre y José Espinoza, la pugilista venezolana protagonizó un show de gritos desaforados, chillidos e indicaciones técnicas.
“Yo soy la porrista personal de mis compañeros hombres. Me encargo de darles ánimo en cada pelea porque somos un equipo de trabajo y tenemos que estar siempre unidos”, aseguró a dpa.
La inclusión de la especialidad femenina marcará un antes y un después para el boxeo olímpico. Incluso, el posible éxito podrá incrementar la cantidad de categorías(hasta ahora son tres) en Río de Janeiro, en detrimento de algunas masculinas.
“Va a ser increíble poder vivir este sueño olímpico. Ahora, voy a dejar todo en cada pelea y la ilusión de conseguir una medalla no la voy a perder nunca”.
Por Joaquín Cavanna (dpa)