El enviado especial de la ONU para la implementación de la resolución 1559 para Líbano expresó preocupación este viernes por la presencia y capacidad de las milicias en ese país.
En declaraciones a la prensa tras su último informe al Consejo de Seguridad en una sesión cerrada, Terje Roed-Larsen explicó que desde la adopción del documento en 2004 se han logrado avances importantes entre los que destacó el retiro de las tropas sirias de Líbano y la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias en 2008 y 2009, respectivamente.
Roed-Larsen afirmó que la resolución ha tenido un impacto importante en la independencia política y la soberanía de Líbano; sin embargo, aclaró que algunas provisiones de la resolución no se han implementado y pueden erosionar camino recorrido.
El diplomático se refirió al vacío presidencial y a su efecto negativo para que el país tome decisiones y aseveró que la actual parálisis socava las instituciones que han demostrado ser efectivas para gobernar.
El enviado recordó que el principal punto de la resolución 1559 es el desarme y disolución de las milicias libanesas y no libanesas, un renglón en el que no se ha avanzado.
"Desde 2004, la presencia y actividades de las milicias no sólo continúan, sino que se han expandido. Su creciente capacidad militar es preocupante, representan una amenaza muy grande y peligrosa para la soberanía, estabilidad e independencia política de Líbano", advirtió.
Finalmente, Roed-Larsen informó que después de 12 años en ese cargo le había escrito al Secretario General para comunicarle su renuncia a partir del 31 de mayo. Jeffrey Feltman, responsable de Asuntos Políticos de la ONU, será su sucesor.