Para que Nueva Orleans no sufra una nueva inundación, potencialmente peor que la que experimento tras el Huracán Katrina, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. abrió este sábado las compuertas de un canal de alivio del crecido Río Mississippi.
El aliviadero de Morganza, a unos 160 kilómetros corriente arriba de la ciudad del sur de EE.UU., fue activado por primera vez desde 1973 para drenar aguas del río, que ha experimentado una crecida récord por los deshielos y las copiosas lluvias registradas en los meses pasados en sus cabeceras.
Pero en el intento de salvar Nueva Orleans y Baton Rouge, la capital de Luisiana, ahora un área de 7.000 kilómetros cuadrados de la bahía del río Atchafalaya corre el riesgo que quedar bajo las aguas
11.000 edificaciones ubicadas en la zona de inundación del canal y las 25.000 personas que viven en el área podrían verse afectadas.
Una maratón
En las últimas semanas, el Missisippi, el principal río de EE.UU., ha dejado inundaciones en los estados de Missisippi, Tennessee y Arkansas.
Se espera que la masa de agua que ha venido bajando desde el norte tome hasta tres semanas en pasar por el sistema de diques y canales de la región hasta que finalmente logre vaciarse en el Golfo de México.
De hecho, el punto máximo del agua está pasando todavía por Arkansas, por lo que el General Michael
Walsh, jefe de la Comisión del Río Mississippi, dijo a la prensa que se trata de "una maratón, no una carrera".
"Esto está poniendo una tremenda presión sobre todo el sistema y estamos tratando de desviar esta cantidad de agua hacia los tributarios del Missisippi", dijo Walsh minutos antes de activar la apertura de las compuertas del aliviadero.
La corresponsal de BBC en Washington, Natalia Antelava, informa que la Cruz Roja estadounidense ha preparado refugios para las miles de personas que están dejando preventivamente sus hogares.
Agua inútil
La inundación iniciada este sábado será un proceso gradual y tomará al menos una semana para que el canal llegue a su máxima capacidad.
Hay unas 175 compuertas de alivio similares que podrían ser abiertas si los ingenieros militares juzgan necesario para controlar el cauce del río.
Se calcula que unas 7.300 hectáreas de cultivos queden anegadas por varias semanas, antes de que las aguas empiecen a retroceder.
"La tierra va a quedar inundada, pero así es al vida. Lo peor es que estamos en una sequía y no podemos usar nada de esa agua", dijo Hurlin Dupre, miembro del Consejo de St. Landry.
Pese a que su ciudad queda ahora a salvo, el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, calificó la situación de "trágica" para los pobladores de la bahía del Atchafalaya.
"Nuestros corazones están con ellos. No nos hace sentir nada bien que por proteger Nueva Orleans otros vayan a resultar afectados", dijo Landrieu, quien reconoce las molestias que ha causado entre muchos la operación para salvar a su ciudad.
Peor que Katrina
Los modelos computarizados de pronóstico indicaban que de no haber activado el aliviadero de Morganza, Nueva Orleans habría sufrido inundaciones peores que las registradas en 2005, cuando el sistema de diques que la protege se rompió tras el paso de Katrina.
En esa ocasión, la ciudad, que está bajo el nivel del mar y rodeada de lagos, pantanos y el propio Mississippi, quedó en un 80% cubierta por agua.
Unas 1.500 personas murieron en el desastre, cuyas secuelas siguen evidenciándose en muchos barrios de la ciudad.
Pero además la crecida del río Mississippi amenazaba una zona en la que hay 8 refinerías, responsables por el 12% de la producción de gasolina estadounidense, así como una planta nuclear.
El Morganza es parte de un sistema de diques y canales construidos para prevenir la repetición de la llamada Gran Inundación de 1927, que afectó siete estados y mató a 247 personas.
Según el Cuerpo de Ingenieros es la primera vez desde entonces que los aliviaderos de Morganza, Bonnet Carret y Birds Point son puestos a funcionar simultáneamente, lo que da una idea de la magnitud de la cantidad de agua que trae el normalmente caudaloso Mississippi este año.