dpa) – Alemania impuso hoy su tradición y oficio ante la joven Francia para derrotarla por 1-0 en Río de Janeiro y avanzar a las semifinales del Mundial de fútbol de Brasil 2014.
Un cabezazo del central Mats Hummels en el minuto 12, al más puro estilo alemán, sirvió al equipo germano para alcanzar por cuarta vez consecutiva la ronda de los cuatro últimos.
Los franceses no pudieron así tomarse la revancha de sus dolorosas derrotas en las semifinales de 1982 y 1986, las dos últimas veces que franceses y alemanes se habían cruzado en un Mundial.
El gol de Hummels fue un guiño al viejo fútbol alemán
Los tricampeones del mundo buscarán el martes en Belo Horizonte un lugar en la final del 13 de julio ante el ganador del duelo entre Brasil y Colombia.
Después de cuatro partidos en los que Alemania dejó dudas, Joachim Löw decidió hoy volver a los orígenes y dio entrada a un equipo más acorde con el estilo clásico de entender el fútbol alemán.
Philipp Lahm regresó al lateral derecho y dejó su plaza en el centro del campo para Sami Khedira, que se reunió así de nuevo con Bastian Schweinsteiger en el doble pivote habitual en la selección desde Sudáfrica 2010.
El movimiento se intuía desde la apurada victoria en octavos ante Argelia, así que más sorprendente fue la inclusión de Miroslav Klose en la punta de ataque.
La decisión de Löw de utilizar un auténtico delantero centro en lugar de usar un “falso nueve” era una clara muestra de que el técnico se apartaba de su inspiración en el Bayern Múnich de Josep Guardiola para dibujar un equipo más afín a lo que mostró en 2010.
El gol de Hummels a los 12 minutos de juego fue un guiño al viejo fútbol alemán. Una falta en un costado del área, un buen centro de Toni Kroos y un remate de cabeza de un fuerte y alto central alemán ante el que nada pudo hacer Hugo Lloris.
Pocos equipos en la historia del fútbol han sacado tanto partido a esas jugadas como Alemania. Y el estilizado y fino equipo de Löw, mucho más inclinado a elaborar su juego desde la posesión del balón, no parece dispuesto a despreciar una característica que ha dado muchas victorias a su país.
El sueño de la joven selección francesa se acabó
Didier Deschamps puso sobre el campo el equipo que devolvió a Francia la confianza en su equipo. Sin sorpresas, más allá de la inclusión de Antoine Griezmann por Olivier Giroud para acompañar a Karim Benzema en ataque.
El delantero del Real Madrid tuvo las mejores oportunidades francesas en la primera mitad, pero esta vez tuvo la puntería desviada.
Primero remató contra Hummels un balón rechazado por Manuel Neuer tras un disparo de Matthieu Valbuena, uno de los hombres más inspirados en el conjunto galo. Luego cabeceó de nuevo contra el cuerpo del central alemán cuando estaba en una muy buena posición. Y por último se fabricó el espacio con una diagonal desde el lado izquierdo, pero su tiro fue al centro y no causó problemas al arquero alemán.
Tras una primera mitad en la que nadie tuvo un claro control del juego, la segunda parte arrancó sin cambios. En un Mundial en el que los ataques se han impuesto a las defensas, el torneo se encontraba de repente con un partido de rigor táctico, donde los dos equipos se respetaban demasiado para arriesgar.
Ambos buscaban mantener las posiciones, asegurar los pases y presionar el error del rival en el centro del campo para salir rápido al ataque.
El primero en mover sus piezas fue Löw. A falta de poco más de 20 minutos para el final, retiró a un agotado Klose, que se fue sin batir el récord goleador en Mundiales con un decimosexto gol, y dio entrada a Andre Schürrle, el hombre que revolucionó el partido ante Argelia.
Müller volvió así a la punta de ataque, mientras que el extremo del Chelsea se inclinó a la banda derecha.
Los minutos pasaban y Francia tenía que crear juego, lo que no ha sido su mejor virtud durante el torneo, donde mostró más efectividad que elaboración.
No obstante, Alemania dio un paso atrás en el último cuarto de hora y los “bleus” empezaron a amenazar el arco rival, principalmente cuando Griezmann lograba recibir algún pase en largo con sus desmarques a la banda.
Benzema tuvo entonces el empate en sus pies, pero después de hacer un magnífico recorte en el área, volvió a encontrarse con el cuerpo de un Hummels espléndido.
Schürrle podo liquidar el partido en dos ocasiones gracias a dos veloces contragolpes, pero en ambas ocasiones se encontró con un rival en el camino.
Benzema tuvo el empate casi en el último segundo del partido, pero hoy no era el día del delantero francés y su potente disparo con la zurda lo detuvo Neuer. El sueño de la joven selección francesa se acabó, pero las bases para la Eurocopa 2016 en su país están puestas.
Desde que Löw es seleccionador, Alemania jugó la final de la Eurocopa 2008, además de las semifinales del Mundial 2010, la Eurocopa 2012 y el Mundial 2014. Sólo le falta el título.
Ficha del partido
Francia: Lloris – Debuchy , Varane, Sakho (72′ Koscielny), Evra – Pogba, Cabaye (73′ Rémy), Matuidi – Valbuena (85′ Giroud), Benzema, Griezmann Entrenador: Didier Deschamps
Alemania: Neuer – Lahm, Boateng, Hummels, Höwedes – Schweinsteiger, Khedira – Müller, Kroos (92′ Kramer), Özil (83′ Götze) – Klose (69′ Schürrle) Entrenador: Joachim Löw
Goles: 1-0 Hummels (13′)
Árbitro: Pitana (Argentina). Amonestó a Khedira y Schweinsteiger
Estadio: Maracaná (Río de Janeiro)