El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó las ejecuciones de seis prisioneros ocurridas en Afganistán el fin de semana .
Zeid Ra'ad Al Hussein lamentó esas muertes y llamó a las autoridades de ese país a realizar una reforma legal y a introducir inmediatamente una moratoria de la pena capital. Asimismo mencionó las preocupaciones persistentes por la obtención de confesiones mediante la tortura y la celebración de juicios sin el ofrecimiento de garantías a los acusados.
El portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville, expresó temor porque se realicen más ejecuciones en el futuro cercano.
"El derecho internacional indica que la pena de muerte solamente puede ser aplicada en correspondencia con el veredicto emitido por un tribunal competente, después de la realización de un proceso legal con todas las garantías que incluyan la representación legal y el derecho de apelación ante un tribunal superior", dijo Colville.
El portavoz añadió que si bien la Oficina de Derechos Humanos de la ONU reconoce los retos cada vez mayores de seguridad que afrontan las autoridades afganas y la creciente presión pública para reducir la violencia, la evidencia no confirma que la pena capital sea el elemento de disuasión más efectivo, comparada con otras formas de castigos.
