La ONU ha desplegado a un equipo de expertos en distintas disciplinas para investigar a fondo las nuevas denuncias de abusos y explotación sexual en la República Centroafricana cometidos tanto por cascos azules de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en ese país (MINUSCA), como por personal ajeno al organismo e integrantes de grupos armados locales.
La delegación se encuentra en el área donde se produjeron los presuntos abusos, cuyo número aún no se ha determinado.
La mayor parte de las acusaciones dan cuenta de violaciones cometidas entre 2013 y 2015 en la región de Kemo, aunque también se han recibido denuncias en otras zonas de la República Centroafricana.
Según los expertos, los contingentes involucrados provienen de Burundi y Gabón, y se investigan también acusaciones contra las fuerzas francesas Sangaris. Las víctimas recibirán asistencia psicosocial y apoyo médico, y las unidades militares en cuestión permanecerán confinadas en campamentos mientras duren las pesquisas.
El Consejo de Seguridad de la ONU sesionará este jueves sobre las acusaciones y el avance de las investigaciones.
Por su parte, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos describió las denuncias como "repugnantes" y aseguró que Naciones Unidas realiza grandes esfuerzos para llegar al fondo de la cuestión.
Añadió que los gobiernos de los países de origen de los soldados involucrados deben castigar a los responsables de estos actos con sentencias adecuadas y los instó a tomar medidas para evitar que se repitan estas atrocidades.