Con tranquilidad, los turistas y pobladores de Puerto Vallarta, en el estado mexicano de Jalisco, se aprestan este viernes a recibir al huracán Patricia, el “más poderoso que haya existido en el planeta en toda la historia”, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Mientras los habitantes de los pueblos de la costa de Jalisco (oeste de México) hacen compras de última hora, cerca de 15.000 turistas salen con lentitud de esta zona, pese a los operativos desplegados en carreteras del estado para agilizar el tránsito.
El tráfico en la carretera federal que va desde el poblado de Punta Pérula, en la costa sur de Jalisco, hacia Guadalajara (la capital estatal) es pesado.
“Vamos a vuelta de rueda”, dijo a Efe Beatriz Barajas, una turista que decidió irse en automóvil ante la advertencia de las autoridades de Protección Civil.
Este jueves, cuando llegó junto con un grupo de amigos a un hotel cercano a la marina de Puerto Vallarta, Barajas fue informada de la llegada de Patricia; sin embargo, desestimaron la información pues “está lloviendo pero muy poco y no hay viento”.
Como ellos, muchos turistas decidieron partir hoy, cuando los medios de comunicación y las autoridades intensificaron la alarma. Otros prefirieron quedarse en albergues, dijo Barajas.
“Todos estamos tranquilos. No hay pánico, pero sí están tomando las medidas convenientes”, afirmó.
Además de los 18 albergues que fueron dispuestos en el principal puerto de Jalisco, las autoridades estatales de Protección Civil habilitaron el Centro de Convenciones de Vallarta como refugio para aquellos turistas que no alcanzaron alguno de los autobuses gratuitos dispuestos por las autoridades federales.
Aun así, reportes de medios de comunicación locales muestran a algunos paseantes sin saber a dónde acudir a resguardarse, o todavía recorriendo las calles de ese puerto y tomando fotografías.
Mientras, los residentes salieron de sus casas desde la mañana para abastecerse de alimentos, baterías y otros productos, y hacen filas en las gasolineras para comprar combustible.
“De ánimo la gente está con miedo, pero tranquila; no hay pánico ni desesperación. Por eso prefieren quedarse en su casa a esperar”, contó a Efe Karla Canales, quien admitió que no creyó la gravedad del fenómeno natural sino hasta esta mañana.
Por lo que ha visto en redes sociales y su experiencia viviendo en Puerto Vallarta, ella cree que los daños que deje Patricia, que se prevé toque tierra en las próximas horas en esta zona, serán graves y que los alimentos no serán suficientes.
“Hace casi un mes tuvimos un fenómeno de vientos encontrados y las calles quedaron maltratadas, y ese fue más leve que ahora. Si los accesos a la ciudad se dañan, ahí sí vamos a tener complicación con los alimentos y el agua”, dijo
La alerta por Patricia se ha extendido hasta Guadalajara, donde se esperan fuertes lluvias y vientos de hasta 200 kilómetros por hora, de acuerdo con fuentes de Protección Civil y de la alcaldía de la ciudad.
Por ahora, han sido suspendidas las clases en algunas escuelas públicas, además de las actividades deportivas y musicales programadas para este fin de semana.
También se ha dispuesto un operativo de vigilancia en los cinco municipios que forman parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara para evitar inundaciones en las zonas de riesgo.
De acuerdo con autoridades del Gobierno estatal, el aeropuerto Miguel Hidalgo de Guadalajara puede ser cerrado este sábado, según las condiciones climatológicas.
Protección Civil mantiene la alerta roja (peligro máximo) en todo el estado de Colima, el centro y la costa de Jalisco y el sur de Nayarit, así como alerta naranja (peligro alto) en el norte de Jalisco, norte y centro de Nayarit, Zacatecas, sur de Durango y de Sinaloa y en las Islas Marías y Marietas.
Fuente:EFE