Reuters).- Mientras en Turquía las autoridades ordenan bloquear Twitter, el presidente de Venezuela
alienta a sus partidarios a sumarse a la red social para abortar un “golpe de Estado 2.0″.
Nicolás Maduro ve a Twitter como parte de la batalla para sofocar las protestas antigubernamentales que dejaron al menos 31 muertos en el último mes y medio, su mayor desafío desde que asumió el poder hace casi un año.
Con unos 3 millones de usuarios activos, Venezuela es uno de los países con mayor penetración de Twitter. Según la empresa de análisis PeerReach, un 14 por ciento de los usuarios venezolanos de internet usan la red social, lo que lo convierte en el cuarto más activo del mundo.“Esto es un arma”, dijo esta semana, “un instrumento excepcional para comunicar mil cosas. Para participar en el debate de ideas, para anunciar verdades, para contrarrestar campañas”.
Y Maduro, un ex conductor de autobuses, es relativamente un recién llegado a las redes sociales. Anuncios en la televisión estatal con el pajarito de Twitter pero en color rojo festejan esta semana el primer aniversario de su cuenta @NicolasMaduro.
El presidente tiene 1,9 millones de seguidores, la mitad de los 4,1 millones que aún acompañan la cuenta @chavezcandanga de su mentor Hugo Chávez a un año de su muerte.
Buscando arengar a su “tropa tuitera”, Maduro premió esta semana a una joven simpatizante que disparó en febrero más de 1.000 mensajes en “la guerra mediática de grupos fascistas”.
“A través del Twitter desmontamos las mentiras de la derecha canalla, de la derecha que quiere quitarnos nuestros sueños de revolucionarios”, dijo Katherine Alfonso, tras recibir de manos del presidente un libro con pensamientos de Chávez y una tableta por su trabajo a través de la cuenta @Cathyka13.
La ofensiva digital del Gobierno de Venezuela llega cuando, del otro lado del mundo, Turquía bloqueó Twitter después de que al primer ministro Recep Tayyip Erdogan amenazara con “eliminar” la red social que ha ventilado un escándalo de corrupción antes de unas cruciales elecciones municipales.
“En la era de Twitter y Facebook los Gobiernos ya no pueden controlar completamente el flujo de información”, dijo Emily Parker, investigadora de New American Fundation, una organización sin fines de lucro con sede en Washington.
“Las autoridades temen que los ciudadanos usen las redes sociales para organizarse, como lo han hecho en las protestas en todo el mundo. Twitter no es sólo una herramienta para la difusión de la información, es una herramienta para la acción colectiva”, agregó Parker.
Los políticos venezolanos de ambos bandos son extremadamente activos en Twitter. De hecho, el líder opositor Henrique Capriles es el político latinoamericano más seguido, con 4,3 millones de seguidores y contando.
Para la mitad de los venezolanos que se oponen a Maduro, la red social es además la única forma de contrarrestar la información difundida por las televisoras adeptas al Gobierno.
Maduro se ha reído de acusaciones de que en el momento más brutal de las protestas del último mes, su Gobierno bloqueó la difusión de fotos a través de Twitter para los usuarios que se conectaban a través del proveedor estatal de internet.
“En Twitter, como en las redes sociales en general, se da también una lucha de clases“, dijo esta semana Ernesto Villegas, un ministro de su gabinete.
“Tuiteros chavistas, tuiteros socialistas, tuiteros revolucionarios, tuiteros por la paz”, dijo, junto a Maduro, “¡Uníos todos para triplicar esfuerzos en defensa por la vida, en defensa de la vida, en defensa de la verdad!”, añadió.
Maduro quiere ahora reclutar simpatizantes en toda la región y anunció esta semana que convocaría a un “Encuentro de Tuiteros de América Latina“.
Esta semana, conmemoró su primer año online retuiteando una foto en la que aparece sentado en una escalera con una computadora portátil en las rodillas y un celular en la mano.
Pero, confesó, no siempre fue así. Chávez solía regañarlo por ignorar la importancia de las redes sociales.
“En más de una oportunidad me dijo: ‘pero ¿tú no tienes cuenta? ¡Abre tu cuenta, vale!’”, recordó.