La violación en grupo y ahorcamiento de dos adolescentes de la casta intocable en el norte de la India ha levantado una ola de indignación popular en contra de la Policía, acusada de inoperancia en muchos casos de abusos sexuales en el país asiático.
Los cuerpos de las dos primas, de 14 y 15 años, aparecieron colgados el miércoles de un árbol de mango en la localidad de Katra, en el estado de Uttar Pradesh, después de que la noche del martes desaparecieran tras salir al campo a orinar, al carecer de retrete.
El hermano de una de ellas salió en su búsqueda al ver que no volvían y tras rastrear la zona descubrió que las retenían en una casa del pueblo, pero cuando los familiares de las niñas pidieron que las liberasen, los captores se negaron, recoge el canal NDTV.
Entonces la familia de las adolescentes acudió a la Policía para reclamar ayuda, pero los agentes no quisieron registrar la denuncia y mientras continuaba el rifirrafe, llegó la trágica noticia a la comisaría de que las dos jóvenes habían sido encontradas ahorcadas.
Al acudir al lugar del suceso, la Policía quiso descolgar de inmediato a las adolescentes, pero los aldeanos del pueblo se negaron, cortaron los caminos en protesta por la inacción policial, y esperaron la llegada de la Policía criminal y el forense.
"La autopsia confirmó que las dos chicas fueron violadas antes de ser asesinadas", dijo a la agencia india PTI el superintendente de la Policía local, Atul Kumar Saxena, quien aseguró también que dos agentes han sido suspendidos y acusados de "conspiración criminal".
Un tercer policía, Awadhesh Yadav, -que se encontraba en la casa donde retuvieron a las jóvenes- y dos de sus hermanos -Pappu y Urvesh- fueron acusados de asesinato y violación, al igual que otros dos individuos que no fueron identificados, informó la Policía.
"Las chicas, que provenían de una comunidad muy pobre, estaban todavía con vida cuando las colgaron", aseguró indignada a Efe Sudha Sundararaman, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Democráticas de la India (AIDWA, en inglés), la principal organización femenina del país.
Sundararaman reclamó un "juicio rápido" contra todos los implicados en el crimen, incluidos los policías que no rescataron a las jóvenes, y anunció que AIDWA ha convocado manifestaciones en toda la India para mañana en contra de la inoperancia policial.
La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) destacó en un comunicado que la crudeza del caso y la inoperancia policial se debió a que las jóvenes eran intocables, grupo social que ocupa el último escalafón en el sistema de castas.
"A pesar de que en la India son protegidos por la Constitución y por leyes especiales, los dalits (intocables) -y en especial sus mujeres- se enfrentan a múltiples niveles de discriminación y violación", aseguró una activista de AI en la India, Divya Iyer.
La activista aclaró que los hombres que raptaron y violaron a las adolescentes pertenecían a una casta superior.
"Se sabe que miembros de las castas dominantes usan la violencia sexual contra las "dalits" como herramienta para castigar, humillar y reivindicar el poder (frente a los intocables)", sentenció Iyer.
Pero la crítica de varias organizaciones y de muchos sectores de la sociedad india no arremetía contra las castas superiores, sino contra la falta de profesionalismo del estamento policial.
Meenakshi Ganguly, directora para el sur de Asia de la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW), reconoció su pesar por este crimen después de la mejora del código penal y la concienciación que se generó en la India tras la violación en grupo y asesinato de una joven en Nueva Delhi en diciembre de 2012.
"Aunque las políticas existentes son muy buenas, ahora deben ser implementadas. Se necesita una Policía responsable y su penalización inmediata por inoperancia debería ser la norma y no la excepción solo porque un caso obtenga repercusión pública", aseguró Ganguly.
La exdirectora de la Unidad Especial para Mujeres y Niños de la Policía de Nueva Delhi, Suman Nalwa, aseguró a HRW -según recoge un informe de la organización- que se realizan grandes esfuerzos para sensibilizar y educar a los policías.
Sin embargo, Nalwa manifestó que tiene serias dudas sobre cuándo, si alguna vez, la situación cambiará, pues "se han perdido 60 años" (desde la Independencia de la India), y no sabe cuántos años más se necesitarán "para cambiar la mentalidad de la sociedad".
EFE