A pesar de haber desafiado la prohibición de conceder entrevistas, el ex primer ministro portugués José Sócrates, en prisión provisional por sospechas de corrupción, respondió a través de su letrado a preguntas de la televisión TVI y se consideró víctima de "un proceso político".
Sócrates, primer ministro de Portugal entre 2005 y 2011 por el Partido Socialista, refutó las sospechas que decretaron su encarcelamiento provisional en Évora desde el pasado 25 noviembre por, según la Fiscalía, "operaciones bancarias, movimientos y transferencias de dinero sin justificación".
"La corrupción en nombre de la que me sometieron a esta infamia de la prisión provisional es una invención (...) sin nada concreto o referencia en el tiempo o en el espacio y del que no pueden además existir pruebas por una razón sencilla: no sucedió", alegó.
El barón socialista se refirió a dos de las piezas de la "Operación Marqués", actualmente en secreto de sumario, y negó el papel que, según filtraciones de los medios portugueses, jugó su amigo y empresario Carlos Santos Silva, también en prisión provisional, y su chófer Joao Perna, ya liberado.
Los millones de euros que Sócrates supuestamente recibió de Santos Silva, al que los medios sitúan como testaferro, fueron -aclaró el exgobernante- un mero préstamo por los "problemas de liquidez" que atravesó cuando dejó de ser primer ministro en junio de 2011 y se trasladó a París a estudiar una maestría.
Pedí "varias veces préstamos a mi amigo Carlos Santos Silva para varios gastos", dijo Sócrates, quien aclaró el papel de su chófer, que supuestamente era el encargado de transportar maletas con dinero en efectivo de Lisboa a París.
"Nunca mi chófer fue a París; nunca me llevó ningún maletín de dinero; y nunca mi coche fue más allá de España", aseveró.
También refutó que su madre hiciese una venta simulada del apartamento de lujo que tenía en Lisboa que fue adquirido por Santos Silva y del que Sócrates se habría también beneficiado.
"Las ventas verdaderamente simuladas no se hacen por el precio de mercado, no obligan al abandono del inmueble por parte del vendedor y no acaban alquilados a terceros por el nuevo propietario", señaló.
Sócrates, de 57 años, está bajo la prohibición de Servicios Penitenciarios de conceder entrevistas, medida que han recurrido ante los tribunales por considerarla una manera de callarle.
Ésta es la primera que concede, aunque de forma indirecta, a través de su abogado Joao Araújo, desde el veto de las autoridades.
No obstante, ya mandó varias cartas a periódicos del país, como "Público" o "Diário de Notícias", en las que decía que las acusaciones que pesaban sobre él eran "absurdas, injustas y sin fundamentos".
EFE