(Francia, 25 mayo – AFP) – Un militar de patrulla de la unidad antiterrorista fue agredido el sábado con arma blanca en La Défense, en la periferia oeste de París, por un hombre que logró huir, y hacía temer a las autoridades un acto deliberado de naturaleza terrorista.
La fiscalía antiterrorista de París ha sido encargada de la investigación, indicó por la noche a la AFP Robert Gelli, fiscal de Nanterre, distrito del que depende el barrio comercial y de negocios de La Défense.
La agresión ocurre tres días después del asesinato el miércoles en Londres de un soldado británico a mano de dos islamistas radicales, con los que en un primer momento los investigadores no observaron relación.
Es la primera agresión de este tipo a un militar en Francia desde el asesinato en marzo de 2012 de tres paracaidistas en Toulouse, sur de Francia, asesinados por Mohamed Merah, un joven adepto del islam radical, quien asesinó también a tres niños y a un profesor judío.
“En estos momentos” no se estableció ningún vínculo con el asesinato en Londres de un soldado británico, pero “debemos mirar todas las hipótesis”, declaró el presidente francés, François Hollande, preguntado en Adís Abeba, donde se encuentra de viaje oficial.
“Todavía no conocemos las condiciones y las circunstancias exactas de la agresión, ni siquiera la personalidad del agresor, pero debemos contemplar todas las hipótesis y no descuidaremos ninguna”, añadió.
“Se ha querido matar a un militar por el hecho de ser militar”, declaró durante la noche el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, tras pasar por el hospital de Clamar para visitar al soldado herido, cuya vida no corre peligro.
“El ministro del Interior, Manuel Valls, y yo mismo, cada uno en nuestro ámbito, mantenemos una lucha implacable contra el terrorismo y contra todo acto que ponga en peligro nuestra seguridad”, añadió.
El militar herido, Cédric Cordier, de 23 años, vestía el uniforme y participaba en una patrulla mixta ejército-policía de tres hombres, cuando fue agredido hacia las 17H50.
Se encontraba en el intercambiador de la Défense, lugar de tránsito subterráneo entre los accesos a los transportes públicos y los comercios, numerosos en este barrio de negocios.
Según los primeros elementos de la investigación, que deben ser confirmados, el agresor era alto, medía en torno a 1 metro 90, llevaba barba, un jersey y unos pantalones negros.
Según el fiscal de Nanterre, Robert Gelli, preguntado por la AFP, el militar fue agredido por detrás por este hombre que le propició un golpe en la nuca. El fiscal evocó “un arma blanca”, sin precisar si se trataba de un cuchillo o de un cúter.
El agresor “se fue sin mediar palabra“, precisó a la prensa el prefecto de los Altos de Sena, la región en la que ocurrieron los hechos, Pierre-André Peynel.
Esta zona, equipada de escaleras mecánicas, es de gran afluencia, en particular el fin de semana, lo cual podría explicar que el agresor haya podido desaparecer fácilmente entre la multitud.
El militar fue tratado en el lugar por los bomberos antes de ser hospitalizado.
En un comunicado conjutno, Jean-Yves Le Drian y Manuel Valls condenaron de inmediato “con la mayor firmeza” esta “agresión cobarde”.
“Hay elementos, la violencia repentina del ataque, que podrían dar a pensar que podría haber una forma de comparativa con lo ocurrido en Londres”, estimó el ministro del Interior en la televisión pública France 2.
“Pero en estos momentos, muy honestamente, seamos prudentes, mantengamos la vigilancia y la de las fuerzas de seguridad, de nuestros servicios de inteligencia y hagamos lo posible por saber más y poder detener a este individuo quien, sin lugar a duda, quería asesinar a este soldado, el cual felizmente está ahora en el hospital y sus días no corren peligro”, añadió el ministro del Interior.
El miércoles, un soldado británico fue asesinado con arma blanca en Londres por dos hombres que afirmaron a los testigos actuar “en nombre de Alá”. El gobierno británico estimó que era un acto “manifiestamente de naturaleza terrorista“.
En marzo de 2012, Mohamed Merah, un joven delincuente de los barrios populares de Toulouse, asesinó en nombre de la guerra santa a siete personas en Toulouse y Montauban, primero a tres paracaidistas y tres niños y un profesor judío.