Cuatro soldados tailandeses han muerto y otros dos han resultado heridos por la explosión de una bomba en la región musulmana del sur de Tailandia, escenario de un conflicto separatista que arroja unos 5.400 muertos desde que resurgió hace nueve años.
Fuentes del Ejército indicaron al citado medio que la bomba, de fabricación artesanal, fue colocada en un margen de la carretera y que fue accionada mediante mando a distancia.
El ataque ha sido atribuido a los rebeldes del movimiento separatista islámico integrado por media decena de grupos armados.
Este nuevo ataque ha tenido lugar tras la ronda de negociaciones de paz que el Gobierno inició en marzo con el Frente Revolucionario Nacional y la Organización para la Liberación de Pattani - dos de los grupos insurgentes -, para poner fin al conflicto.
Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos en las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala se suceden casi a diario pese al despliegue en la región de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad.
Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre estas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.
EFE