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sábado, 25 de mayo de 2013

El kirchnerismo celebra diez años en el poder y los llama “década ganada”

Este sábado se cumplen diez años de gobiernos kirchneristas en Argentina, un periodo mayor al que gobernó Juan Domingo Perón (1946-1955) y por ahora solo superado por el peronista Carlos Menem (1989-1999). La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, también peronista, dice que ha sido la década ganada. La oposición, en cambio, la llama "década derrochada". Aquí, algunos de los puntos neurálgicos de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Fernández:

Crecimiento económico

Latinoamérica ha crecido en este siglo, pero Argentina es el cuarto país que más lo ha hecho entre 2003 y 2012, detrás de Panamá, Perú y Uruguay. Se expandió al 5,8% anual. Como toda Sudamérica, se benefició de los altos precios de las materias primas, pero mucho menos que otros países más ricos en petróleo y minería, como Venezuela, Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Brasil. Muchos analistas recuerdan que Argentina creció más porque venía de la devastadora crisis política, social y económica de 2001/2002, pero otros argumentan que podría haberlo hecho más lento y que en pocos años pasó de remontar la depresión a la expansión genuina. En los primeros años del kirchnerismo un tipo de cambio competitivo alentó la producción industrial. Como se erosionó, Argentina recurrió al proteccionismo. Pero es de los pocos países latinoamericanos donde la industria no ha perdido peso como porcentaje del PIB en la última década. Analistas consideran que el exceso de crecimiento hasta 2011 alentó la inflación y derivó en la fuerte desaceleración actual de la actividad.

Desempleo

Bajó drásticamente, del 17,3% en 2003 al 7,9% en 2012, pero subió respecto de 2011 (7,2%), cuando se había alcanzado el menor nivel desde 1992. Sigue alto el empleo informal (sin cobertura sanitaria o futura pensión), que bajó del 45,1% en 2003 al 34,6% en 2012.

Pobreza

Se redujo del 54% en 2003 al 21% en 2012. En el Gobierno de Fernández, la pobreza disminuyó dos puntos. Esta leve reducción fue posible, pese a la inflación, porque en 2009 se creó una asignación universal para 3,5 millones de hijos de parados y trabajadores informales. En la etapa kirchnerista se construyeron 381.000 viviendas sociales, pero más de tres millones de argentinos aún habitan en casas precarias.

Inflación

Desde 2007 se ha mantenido siempre por encima del 10% anual, con años en los que, como en 2012, llegó al 22,8%.

Manipulación de las estadísticas

A partir de 2007, ante la subida de la inflación, el kirchnerismo intervino el Instituto de Estadística (INDEC) y comenzó a subestimar ese indicador, el de pobreza y el del PIB.

Control de divisas

La inflación encareció los costes en dólares y alentó las expectativas de devaluación, pero el Gobierno, en lugar de depreciar el peso, instauró en 2011 un control por el que nadie puede comprar divisas para ahorrar ni comprar viviendas (las de barrios medios y altos cotizan en dólares) y se restringieron las importaciones. A las compañías extranjeras se les prohibió repatriar beneficios, pero en 2013 algunas han recibido el permiso. El Gobierno quiso pesificar la economía, pero el mercado inmobiliario se derrumbó por la falta de divisas y el dólar en el mercado ilegal ha pasado a costar 69% más caro que en el oficial.

Déficit energético

En energía se habla de década perdida. Argentina ha pasado de exportar a importar, no solo porque el país demanda más sino porque ofrece menos. Este déficit es uno de los motivos que llevaron al control de salida de divisas y a la nacionalización de YPF.

Nacionalizaciones

Después de las privatizaciones de los 90, el kirchnerismo ha reestatalizado varias compañías, como el 51% de YPF, por el que Repsol aún reclama 8.000 millones de euros, y Aerolíneas Argentinas, que cuando era de Marsans estaba al borde de la quiebra y que en 2012 necesitó subsidios por 898 millones de dólares para operar. El Gobierno también nacionalizó el sistema de pensiones, que también se había sido privatizado. En 2003 solo el 65% de los mayores de 65 años recibía pensión. En la actualidad, el 95%.

Inversión

Argentina pasó de recibir 1.652 millones de dólares de inversión extranjera directa en 2003 a 12.551 millones en 2012, pero ha sido superada por Colombia, se encuentra a la par de Perú y por debajo de Brasil, México y Chile. La inversión real (extranjera y nacional en construcción y maquinaria) subió del 15% del PIB en 2003 al 23% en 2011, el nivel más alto desde 1980. La bonanza de las materias primas derivó en más inversión inmobiliaria, ahora frenada. También creció la inversión pública, aunque no en todos los sectores, como lo demostró el accidente ferroviario del año pasado en que murieron 51 personas.

Cuentas públicas

La Argentina kirchnerista ha pasado de años superávits fiscales a los actuales déficits, aún bajos en la comparación latinoamericana, pero difíciles de financiar porque el país no puede colocar deuda barata en el mercado. Su prima de riesgo es de 1.100 puntos por medidas que pusieron en duda el pago de la deuda, como la subestimación de la inflación por la que se ajusta la renta de títulos públicos o los juicios de acreedores en EE UU.

Deuda

Argentina había declarado en 2001 la suspensión de pagos más grande de la historia de un país y los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner lograron la reestructuración del 93% del pasivo con una quita del 43% del valor original. La deuda pública bajó del 139,3% del PIB en 2003 al 45,2% en 2012. Pero el 7% de acreedores que rechazó la reestructuración ha demandado a Argentina y en EE UU hay una causa pendiente que puede bloquear los pagos de la deuda refinanciada hasta que no se abone a los litigantes.

Impulso a los juicios de la última dictadura militar (1976-1983)

Kirchner promovió la nulidad de los indultos a los criminales del régimen. Ya han sido condenados 370 represores, entre ellos el exdictador Jorge Videla, que murió preso hace una semana.

Reformas judiciales

El cambio de integrantes de la Corte Suprema que emprendió Kirchner contó con fuerte apoyo social porque supuso una renovación ética de esa institución. La reciente reforma para “democratizar la justicia” que impulsó Fernández ha sido rechazada por opositores y jueces por considerarla dañina de la independencia judicial.

Ley de medios audiovisuales

Fernández impulsó una norma para desconcentrar el negocio de radio y televisión, pero opositores que la apoyaron denuncian que ha sido usada solo contra el Grupo Clarín, considerado desde el conflicto agrario de 2008 como principal enemigo del Gobierno. Esta ley, la distribución de la propaganda entre medios favorables o críticos del kirchnerismo y la línea editorial de los medios públicos han instalado un debate sobre la libertad de prensa en Argentina. Son pocos frecuentes las ruedas de prensa de funcionarios, que en general solo conceden entrevistas a medios afines. El país carece de una ley de acceso a la información pública.

Conflicto agrario

En 2009, la resolución 125 de Fernández elevó los impuestos a la exportación agraria y desencadenó cuatro meses de huelgas y bloqueos de carreteras.

Confrontación social

Más del conflicto agrario, desde 2012 se vienen repitiendomanifestaciones masivas contra el kirchnerismo, que se organizan en las redes sociales al calor una sociedad polarizada. Pero el 45% de los argentinos dice que no es kirchnerista ni antikirchnerista. En esta década se ha reducido la tensión en las clases bajas, que en 2003 montaban piquetes en calles y carreteras para reclamar ayudas. Han crecido las protestas de indígenas por sus tierras y de ecologistas contra la minería a cielo abierto.

Matrimonio igualitario y ley de identidad de género

Con el impulso del entonces diputado Kirchner, en 2010 se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2012 se garantizó el derecho a la identidad de travestis y transexuales por medio de un rápido trámite administrativo.

Aborto

Néstor y Cristina Kirchner se han opuesto a ampliar la despenalización del aborto, que solo rige para mujeres violadas o en riesgo de vida.

Voto joven

A partir de 2013 podrán votar los jóvenes de 16 y 17 años.

Política exterior

De las “relaciones carnales” del Gobierno de Menem con EE UU se ha pasado a un distanciamiento con la superpotencia. También ha habido enfriamiento del vínculo con España y el resto de la Unión Europea. Argentina ha optado por fortalecer las relaciones con Venezuela y Brasil, con el que mantiene conflictos comerciales. Se ha acercado a China o ha firmado un memorándum de entendimiento con Irán para que la justicia argentina interrogue a altos funcionarios actuales y pasados de Teherán sobre un atentado contra una mutua judía en Buenos Aires que dejó 86 muertos.

Inseguridad ciudadana

La mitad de la gente se siente insegura, según la ONU. La tasa de homicidios por cada 1.000 habitantes ha bajado de 7,6 en 2003 a 3,4, el segundo menor nivel de Latinoamérica, en 2009, pero desde entonces el Gobierno no ha vuelto a ofrecer cifras.

Sanidad

La esperanza de vida al nacer subió de 75 a 76 años entre 2003 y 2012.

Educación

El presupuesto educativo subió del 3% al 6% del PIB y los ingresos de los maestros dejaron de ser miserables. Argentina mejoró en el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, según sus siglas en inglés) entre 2006 y 2009, pero se halla por detrás de Chile, Uruguay y México. La cantidad de alumnos universitarios aumentó el 50% desde 2003. El Estado ha entregado 2,5 millones de ordenadores portátiles a estudiantes secundarios.

Ciencia

La inversión en investigación y desarrollo (I+D) subió del 0,4% del PIB en 2003 al 0,6% en 2012, solo por detrás de Brasil en la región.

Corrupción

Decenas de causas se han iniciado contra funcionarios, pero la mayoría no ha prosperado, como la de presunto enriquecimiento ilícito de Kirchner. El vicepresidente Amado Boudou se encuentra imputado por un fiscal por ese mismo supuesto delito y por tráfico de influencias. Una exministra de Economía, Felisa Miceli, fue condenada a cuatro años de cárcel porque se halló una bolsa con dinero en su despacho.

Desarrollo humano

El índice de desarrollo humano (IDH) que elabora la ONU bajó en Argentina de 0,86 en 2003, cuando estaba 34° en el mundo, a 0,81 en 2012, cuando descendió al puesto 45°.
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