EFE).- El Mundial de fútbol Brasil 2014 ha servido de escenario para el brillo de las selecciones latinoamericanas, siete de las cuales clasificaron a octavos de final, pero también para impulsar la integración entre los latinoamericanos.
Las tradicionales rivalidades futbolísticas no han impedido que los latinoamericanos, mayoritarios entre los extranjeros presentes en Brasil para disfrutar del Mundial, convivan con armonía, paz y seguridad en las doce diferentes sedes de la competición.
La argentina Adriana Teruel, policía de profesión, admitió a Efe su sorpresa por la tranquila alegría que reina en las calles de Río de Janeiro. “Nos relacionamos con todos, pero más con los latinoamericanos, porque hay muy buena unión y me siento muy tranquila acá”, dijo.
Esa unión de latinoamericanos es, para la socióloga Thereza Lobo, uno de los grandes regalos de este enorme acontecimiento deportivo.
“Se están produciendo intercambios que ningún Gobierno esperaba poder lograr; un acercamiento de los latinoamericanos, incluyendo, como nunca hasta ahora, a los brasileños”, dijo.
Thereza Lobo, que trabajó durante tres décadas para la ONU y el Banco Mundial en casi todos los países de América Latina, cree que el fútbol está recortando “la distancia que siempre separó Brasil y las demás naciones, no tanto por el idioma, sino por la propia idiosincrasia que quedó a raíz de la colonización de Brasil por los portugueses y de las otras naciones por los españoles”.
Para la socióloga, brasileños y latinoamericanos en general “están mandando un importante mensaje a sus respectivos países: que han logrado comunicarse, ser solidarios entre sí, y ahora los Estados y las diplomacias deben aprovechar este clima de amistad para crear lazos más fuertes y dar mayor contenido al concepto de la latinoamericanidad”.
Una idea con la que coincide el cónsul de Chile en Río, Samuel Ossa, para quien “se está produciendo una globalización regional que poco a poco va abriendo nuevos caminos entre los estados latinoamericanos, y esto -pronostica- no debe tener fin”.
“Cada vez hay más chilenos interesados en viajar a Brasil, para trabajar o estudiar, del mismo modo que hay un mayor número de brasileños que empieza a interesarse en viajar a los países de la región en busca de una cultura e identidad comunes”, dijo.
El fútbol, agregó el diplomático chileno a Efe, “está ayudando a forjar esta nueva experiencia de conocernos más a todos los niveles: en el deportivo, en el turístico, en el cultural”.
Lourdes Pinske, una aficionada mexicana que llegó con buena parte de su familia a Río para apoyar a su selección, aseguró al ser abordada en el paseo marítimo de Copacabana que en su “corazón va a quedar grabado todo lo que es Brasil, su gente, la convivencia, la alegría” y eso no lo perderá “nunca”.
Por su parte, Roberto Llanos, un periodista colombiano que pasea la bandera de su país por los alrededores de la Fan Fest montada por la FIFA en la playa de Copacabana, conmemoró la “integración y la confraternidad latinoamericanas muy interesantes de este Mundial, porque las rivalidades se están quedando en el terreno de juego, mientras en la calle todo es alegría, contacto, risas y paz”.
Los cariocas, con fama de ser uno de los pueblos más hospitalarios del planeta, disfrutan de esta pacífica invasión.
El abogado Victor Chamoun dijo a Efe que le parece maravilloso ver a los sudamericanos conviviendo, festejando abrazados y dejando la tensión en los estadios.
Una visión con la que coincide la estudiante Ana Carolina Beato de Almeida, para quien el ‘portuñol’ -mezcla de portugués y español- “es el gran vehículo de comunicación entre todos”.
Río se ha volcado con los visitantes y trata de adaptarse, con la precariedad de sus infraestructuras, a su llegada en masa. El alcalde de Río, Eduardo Paes, que dice estar encantado, sigue prometiendo nuevas infraestructuras, incluyendo la construcción de un aparcamiento para los que viajen en autocaravanas a los Juegos Olímpicos de 2016.
Los comerciantes de las áreas en las que se concentran los seguidores también están eufóricos con sus ganancias garantizadas gane quien gane el Mundial.
Pero, ¿qué pasará después de que acabe la fiesta latinoamericana? Thereza Lobo y el cónsul chileno creen que la consecuencia directa será un aumento del turismo a los países vecinos “porque el brasileño va a querer conocer el lugar del que vinieron cientos de miles de turistas para presenciar el Mundial”.