La FAO y la Unión Europea redoblarán esfuerzos para apoyar a los países productores de maderas tropicales en su lucha contra la tala ilegal. Será a través de una mejora de la gobernanza forestal y de la promoción del comercio de madera legal
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La tala y el comercio ilegal suponen a los gobiernos pérdidas fiscales que van desde los 10.000 a los 15.000 millones de dólares por año.
Por otra parte, esos delitos socavan los medios de vida de las personas, les privan de ingresos y alimentos y degradan grandes extensiones de bosques, lo que agudiza el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
El acuerdo supone una mayor colaboración entre los países productores y los consumidores, para hacer frente a los cuellos de botella de la producción de madera legal.