(Brasilia, 13 de mayo. EFE).- Una de las primeras metas del Gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, será recortar al menos 4.000 empleos públicos como herramienta para reducir los gastos y aumentar la eficacia, anunciaron hoy fuentes oficiales.
“La meta es que, para el 31 de diciembre de este año, tengamos 4.000 cargos públicos menos de los que teníamos el 1 de enero”, afirmó el ministro de Planificación, Romero Jucá, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del nuevo Gabinete.
Temer, hasta ayer vicepresidente de Brasil, asumió como interino tras la decisión del Senado de separar del cargo a la presidenta Dilma Rousseff mientras la somete a un juicio político por supuestos maquillajes en los balances fiscales del Gobierno.
En el discurso que pronunció la víspera al juramentar a sus ministros, Temer aseguró que una de las prioridades del Gobierno será ajustar las cuentas públicas, lo que exige recorte de gastos, y mejorar la eficacia del Estado, con una reducción de su tamaño.
Juca explicó que los cargos públicos que se recortarán inicialmente son los de empleados que eran de confianza o que ejercían funciones específicas remuneradas, es decir los que no son de carrera pública ni los que desarrollan funciones estratégicas.
“La meta inicial que nos propusimos es de 4.000 empleos, pero si nos damos cuenta después de que podemos aumentar el número, seguiremos haciéndolo”, afirmó Jucá.
El ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, que también participó en la rueda de prensa, afirmó que Temer orientó a todos sus ministros a hacer un inventario de los cargos públicos en cada cartera para identificar hasta un 25 % que pueda ser suprimido.
El ministro de Planificación, sin embargo, aclaró que en algunos ministerios no será posible recortar el 25 % por lo que tal porcentaje no puede ser considerado como una meta.
Juca afirmó que el Gobierno de Rousseff se había comprometido a eliminar 2.000 puestos públicos al anunciar un ajuste fiscal el año pasado pero que no cumplió esa meta.
Agregó que, en su primera reunión ministerial, Temer propuso una completa reestructuración de los ministerios para adecuar el tamaño del Estado a las necesidades públicas y a los recursos disponibles.
La primera parte de esa reestructuración, dijo, fue iniciada la víspera con la decisión de Temer de reducir el número de ministerios de 31 a 23.
El anuncio supuso la fusión de ministerios como los de Educación y Cultura, y la eliminación de algunos como los de Puertos y Aviación Civil.
Admitió que el Gobierno aún no sabe cuánto ahorrará con la eliminación de los 4.000 cargos debido a que unos tienen mayores remuneraciones que otros, pero que esta medida no será suficiente para sanear las cuentas públicas.
“Esto no resuelva el problema del gasto público y el cumplimiento de la meta fiscal para este año pero demuestra el compromiso del Gobierno y muestra que queremos ser un ejemplo”, dijo.
Aseguró que la prioridad del Gobierno es ajustar la cuentas públicas a corto y mediano plazo debido a que se trata de algo “fundamental” para recuperar la credibilidad y para que Brasil pueda volver a crecer y generar empleos.
Pese a esa intención, Juca anunció que el nuevo Gobierno respetará todos los proyectos de ley que Rousseff envió al Congreso en las últimas semanas con reajustes salariales concedidos a las diferentes categorías de empleados públicos.
“La palabra del Gobierno será mantenida. Esos reajustes serán aprobados de la forma como fueron acordados con las diversas carreras de empleados públicos”, dijo.