(AFP) – El precio del petróleo cayó este jueves en Nueva York, hundido por los temores sobre la salud de la economía mundial, que repercutiría sobre su demanda, con el barril cerrando en su punto más bajo desde el 18 de febrero.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate (designación del “light sweet crude” negociado en EEUU) para entrega en setiembre terminó a 86,63 dólares, en baja de 5,30 dólares (5,8%) respecto al miércoles.
En Londres, en el l’Intercontinental Exchange, el barril de Brent del mar del Norte, con idéntico plazo de entrega, cayó 5,98 dólares, a 107,25 dólares.
“Es básico”, subrayó Adam Sieminski, del Deutsche Bank. “Los temores de ver un regreso de la recesión con el enlentecimiento económico en Estados Unidos y la crisis de la deuda en Europa ponen nerviosos a los inversores”, agregó.
En ese contexto, los inversores prevén una demanda reducida de energía. “Es difícil acoplarse a los mercados de petróleo si se estima qeu no habrá crecimiento“, dijo Rich Ilczyszyn, de MF Global.
Tras cifras de crecimiento débiles en Estados Unidos el viernes, en la actividad manufacturera el lunes y los gastos de consumo el martes, el mercado se concentraba en el empleo, antes de la publicación el viernes de las cifras oficiales mensuales.
El jueves, el informe semanal del departamento del Trabajo mostró que las nuevas inscripciones al desempleo habían bajado muy levemente durante la última semana de julio, para alcanzar su nivel más bajo desde comienzos de abril.
“El pesimismo es general sobre las perspectivas del crecimiento del empleo, combinadas a todos los problemas de deuda en Europa y Estados Unidos, un crecimiento débil ver casi nulo en Japón y signos de un enlentecimiento de la actividad den China“, observó Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.
El nerviosismo de los inversores se aceleró tras comentarios del Banco Central europeo, que no pudo convencer a los mercados de su capacidad de contener la crisis de la deuda en la zona euro, siendo que dos grandes economías -Italia y España- están bajo fuerte presión.
Los mercados bursátiles se hundieron este jueves, con los principales índices perdiendo más de 3%.