Millones de italianos votaban aún este lunes en la segunda vuelta de las elecciones municipales con la atención puesta en Milán, bastión de la derecha de Silvio Berlusconi, quien podría sufrir una derrota peligrosa para la estabilidad de su gobierno.
Las oficinas de votación, que funcionaron todo el domingo, volvieron a abrir a las 05H00 GMT del lunes y permanecerán abiertas hasta las 13H00 GMT. Más de 6,5 millones de electores están llamados a elegir a los alcaldes de 88 comunas y los presidentes de seis provincias.
Hace 15 días, en la primera vuelta, el abogado Giuliano Pisapia, candidato de izquierda, consiguió poner en balotage desfavorable a la alcaldesa saliente de Milán, Letizia Moratti.
Pisapia, un ex comunista apoyado por el conjunto del centro-izquierda, consiguió a superar a la alcaldesa por casi 6 puntos, obteniendo 48% de los sufragios en la primera vuelta contra 41,6% para su rival.
Milán, la capital económica de Italia, es la ciudad natal y desde hace 18 años feudo electoral de la derecha de Berlusconi, así como la sede de su imperio mediático Fininvest.
Según el editorialista de la Stampa (centro), "todo el mundo sabe que el voto de Milán está destinado a modificar los equilibrios políticos nacionales". En caso de una derrota, Umberto Bossi, aliado de Berlusconi y jefe de la Liga del Norte, "podría estar tentado de romper su alianza histórica", estimó.
Por otra parte, un derrota semejante "podría tener consecuencias internas en el PDL (partido de Berlusconi)" con "violentos ajustes de cuentas" y un posible cuestionamiento del liderazgo del Cavaliere, según el editorialista.
Por su lado, Berlusconi, que se jugó entero en la primera vuelta, trata ahora de minimizar el impacto de una doble derrota en Nápoles y en su propio bastión de Milán, pero si debiera haber elecciones anticipadas, no las ha previsto antes de 2012.
En Nápoles, donde la derecha dirigida de el empresario Gianni Lettieri está en balotage favorable, el centro-izquierda, liderado por el ex magistrado Luigi de Magistris, superado por una decena de puntos, podría beneficiarse de los votos del otro candidato de la oposición eliminado en la primera vuelta.
La participación fue elevada en Milán y casi idéntica a la de la primera vuelta (53,2%), pero disminuyó 6 puntos a nivel nacional (43,5%) y en igual proporción en Nápoles.
Entre las dos vueltas, para apoyar a sus candidatos, Berlusconi criticó a los electores "sin cerebro" que votan por la izquierda, afirmando que con Pisapia, Milán se convertirá en una "ciudad islámica", "una 'Tsiganópolis' llena de campamentos de gitanos".
AFP
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