En los últimos 50 años, los seres humanos han transformado los ecosistemas más rápida y extensamente que en ningún otro período de tiempo comparable de la historia de la humanidad, en gran parte para resolver rápidamente las demandas crecientes de alimento, agua dulce, madera, fibra y combustible. Tal tendencia ha generado una pérdida considerable de recursos naturales, y en gran medida irreversible.
Asimismo en las últimas décadas, el incremento del uso de la tierra y la producción en general, han traído crecientes costos asociados con la degradación de muchos servicios de los ecosistemas, un mayor riesgo de cambios no lineales, y la acentuación de la pobreza de algunas regiones del globo, en particular de África,
En materia climática, el protocolo de Kioto agoniza sin un sustituto convincente y esperanzador, en tanto que la Biodiversidad enfrenta los niveles de amenazas más altos de toda la historia, con al menos 41.415 especies en la Lista Roja de la UICN, de las cuales 16.306 son consideradas como amenazadas de extinción. El número total de especies extintas ha superado las 785 y otras 65 sólo se las encuentra bajo cautiverio o cultivo.
En materia de sustentabilidad social, tampoco se han logrado los objetivos desglosados en los principios de la Declaración de Río y en la Agenda 21. Pese a que algunas naciones en desarrollo han podido avanzar en sus acciones, al tiempo que muchos países desarrollados han fortalecido sus programas, las desigualdades sociales se han profundizado en las últimas dos décadas y la pobreza no ha disminuido como se esperaba, convirtiéndose al mismo tiempo en una causa y consecuencia del deterioro ambiental, y de la falta de atención de las necesidades básicas de las poblaciones humanas, condición indiscutible para garantizar la sustentabilidad. Vale destacar que alrededor de 400 millones de personas se encuentran en condiciones de pobreza extrema, mal nutridos o sin acceso a un sistema seguro de abastecimiento de agua potable.
Más de 20 millones de hectáreas de bosques se pierden en el mundo anualmente, sin incluir las grandes extensiones que son degradadas por prácticas forestales destructivas, sobre aprovechamiento forestal, contaminación, sequías y minería, entre otros. La “Evaluación de los Ecosistemas del Milenio”, también señala que 15 de los 24 servicios ambientales más importantes del planeta, y que mantienen la economía del mundo, han sido forzados más allá de sus límites de sustentabilidad, por lo que seguir produciendo y consumiendo de la misma manera es simplemente inviable, y tarde o temprano se frenará el crecimiento económico.
En términos de población, 27 % de los niños y niñas en los países en desarrollo tiene un peso inferior al normal, lo que significa que cerca de 146 millones de niños y niñas están malnutridos. La desnutrición afecta a 146 millones niños y es la causa de la muerte de 5,6 millones de ellos al año, según un informe del Fondo para la Infancia de la ONU.
Alrededor de 33% de ecosistemas naturales han desaparecido en los últimos 30 años, y la presión sobre la tierra se ha incrementado en más de 50% durante el mismo período de tiempo, principalmente debido al aumento en los patrones de consumo y la contaminación.
Tal situación se ha venido s complejos desafíos ambientales emergentes, dominados por las grandes economías que no han sabido apoyar los procesos de cambio y adaptación, impulsando el consenso y la búsqueda de soluciones integradas, multilaterales y creativas, sin comprometer la soberanía de los Estados, situación que se ha agravado por la crisis económica global que ha puesto a muchas economías a atender la emergencia financiera, dejando de lado temas de inversión fundamental como el mejoramiento del saneamiento, que ha experimentado uno de los crecimientos más lentos dentro de los logros a presentarse en Río 2012.
"Si en nuestro hogar comenzáramos a generar basura en forma incontrolada, producir ruidos intensos, quemar papeles y demás sustancias que deterioren nuestro aire, agotar el agua y los alimentos y además nos hacinamos, fácilmente podríamos mudarnos de casa o apartamento", señala Diego Díaz Martín, Presidente de Vitalis y Jefe de Estudios Ambientales de la Unimet. Sin embargo, “el problema lo estamos ocasionando a escala global, con la única y gran diferencia que será muy difícil mudarnos del planeta", indicó.
Los seres humanos seguimos reaccionado lentamente ante la compleja problemática ambiental, con lo cual se ha agudizado la disponibilidad de agua potable, el incremento del efecto invernadero, el deterioro de la capa de ozono, el número de niños y ancianos en situación de pobreza extrema, y la extinción de las especies, por citar sólo algunas de sus dolencias. De acuerdo con Díaz Martín, “la respuesta de los gobiernos ha sido lenta y hasta cómplice, en especial de las economías más desarrolladas”.
Es por ello que cada 22 de abril se celebra en todo el planeta el Día Mundial de la Tierra, efeméride que nos recuerda que tenemos sólo un lugar en todo el universo para sobrevivir, y que se inició en 1970 cuando 20 millones de norteamericanos tomaron las calles, los parques y los auditorios para manifestarse por un ambiente saludable y sustentable.
Qué hacer ante la crisis planetaria
“Más compromisos honestos y menos cumbres”, sugiere Díaz Martín, haciendo referencia a los pocos avances que han podido concretarse en materia climática, pese a la enorme cantidad de encuentros internacionales que se han realizado como preparatorias a Río+20, a realizarse en junio próximo en Brasil.
Otro desafío importante en la gestión ambiental es dejar de percibir el mejoramiento ambiental como un costo, y comenzar a manejarlo como una inversión, donde inclusive, las emisiones y los residuos pueden considerarse recursos potenciales y materia prima para ser transformados en productos útiles. De igual forma, es importante destacar que los retos ambientales involucran hoy en día a grupos multidisciplinarios de expertos, y no sólo a los “expertos”. Ello debería incluir a los diversos grupos de interés afectados positiva o negativamente por cualquier proyecto o programa ambiental.
Asimismo, es vital que las medidas de mejoramiento ambiental deban ser desarrolladas continuamente para alcanzar estándares de alta calidad y el concepto de calidad evolucione desde la simple satisfacción del consumidor por un producto o servicio, para incluir también el menor impacto sobre el ambiente y la humanidad:
Ante la situación planetaria, Vitalis recomienda las siguientes acciones:
1. Hacer más visibles los costos ambientales y sociales de las decisiones económicas, incorporando los activos y pasivos “ecológicos” en las cuentas nacionales, y considerando el rediseño del concepto de riqueza, donde los países reflejen sus deudas y compromisos en esta materia, y se planteen las acciones e inversiones para atenderlas.
2. Evaluar los actuales sistemas de producción, impulsando la adopción del ecodiseño, la producción limpia, y en general la ecoeficiencia, a los fines de reducir los impactos ambientales negativos sobre el medio físico y los seres vivos, tratando los desechos como recursos, y haciendo mucho más eficientes los medios y modos de producción.
3. Sincerar los sistemas de cálculo de las huellas de carbono de los países, y las acciones que han sido emprendidas para mitigarlas, sin dejar de lado las medidas de adaptación igualmente importantes, incluyendo la conveniencia de producir y actualizar las Comunicaciones Nacionales, con una abierta y transparente participación de todos los grupos de interés.
4. Fortalecer la gobernabilidad en torno a los recursos naturales de los países, con inversiones y personal capacitado, planes y programas basados en el mejor conocimiento técnico y científico disponible, el apoyo de las universidades del mundo e impulsando el intercambio y la cooperación a todos los niveles posibles.
5. Diversificar las fuentes de alimentación por medio de la producción sustentable de las tierras y tecnologías acordes a cada región del planeta, promoviendo la seguridad alimentaria y nutricional.
6. Promover la gestión integrada de los recursos hídricos, favoreciendo el acceso del agua potable a más personas en todo el mundo y el tratamiento de las aguas servidas, evitando la subvaloración del caudal ecológico, y su importancia vital para el resto de los seres vivos
Nuestro Planeta en Cifras:
- Surgió hace más de 4.500 millones de años aproximadamente, junto con los demás planetas del sistema solar
- Mide 12.713 km. de diámetro de polo a polo y 12.756 por el Ecuador
- Por ello tiene forma esférica, ligeramente achatada en los polos y ensanchada en el Ecuador
- La superficie terrestre es de 510 millones de Km 2 aproximadamente.
- El volumen total de agua de la tierra se estima en 1.420 millones de Km 3 , incluyendo la contenida en ríos, lagos, hielo, océanos, atmósfera y el subsuelo.
- El volumen total de la tierra es de 1.083 mil 320 millones de Km 3
- El punto más alto de la tierra es el Monte Everest con 8.848 m. La mayor depresión es el Mar Muerto, un mar interior cuya superficie está a 399 m. bajo el nivel del mar.
- Posee más de 6.000 millones de personas, la mitad de los cuales tiene menos de 25 años
- Da un giro completo alrededor del sol en 365 días, 6 horas, 9 minutos y 9 segundos (aproximadamente un año)
- Gira sobre si misma en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos (aproximadamente un día)
- Su velocidad promedio en el universo es de 30 km. por segundo.
Algunos de sus principales males:
- Reducción de la Capa de Ozono, causado por contaminantes que son arrojados en la atmósfera, particularmente gases refrigerantes, CFCs
- Lluvia ácida, causada por el dióxido de azufre de las industrias, afectando la composición del suelo y las aguas, afectando la vida sobre el planeta.
- Basura, acumulándose en todos los espacios del planeta
- Contaminación sónica, afectando a millones de personas, causando hipertensión arterial, ulceras, sordera, gastritis y hasta impotencia sexual.
- Contaminación de los suelos, por toneladas de plaguicidas, residuos tóxicos y desechos petroleros y mineros.
- Contaminación atmosférica, millones de vehículos aportan día a día toneladas de gases que deterioran la calidad del aire y lo hacen menos respirable
- Explosión demográfica. Cada día nacen alrededor de 250 mil niños en el mundo y cada año la población aumenta en 80 millones de seres humanos.
- Deforestación. Cerca de 170 mil km 2 de bosques desaparecen anualmente.
- Extinción de Especies. Alrededor del 15% de las aves y del 25% de los mamíferos del planeta se encuentran amenazados
- Tráfico de wspecies, convertido en el tercer negocio más lucrativo del mundo, ha acabado con miles de especies animales y vegetales
- Contaminación de las aguas, por un manejo inadecuado de los desechos, aguas servidas, plaguicidas y fertilizantes
- Desertificación, buena parte del planeta comienza a transformarse en desiertos, con el subsiguiente agotamiento de los recursos que incide en las probabilidades de obtener alimentos nutritivos
Datos importantes:
Cada 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra, en más de 150 países.
Para el año 2050 la población del mundo se incrementará alrededor de 3 mil millones de habitantes que demandarán alimentos, agua, medicinas, vivienda, materias primas y energía.
La media de temperaturas globales de la superficie subiría entre 1,4 hasta 5,8ºC para finales de este siglo.
De acuerdo a la UICN existen al menos 41.415 especies en la Lista Roja, de las cuales 16.306 son consideradas como amenazadas de extinción.
Cifras del Banco Mundial señalan que 1400 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día, y el número de pobres se ha incrementado de 1,5 millones a 1,9 millones en los últimos 20 años
Más de 20 millones de hectáreas de bosques se pierden en el mundo anualmente, sin incluir las grandes extensiones que son degradadas por prácticas forestales destructivas, sobre aprovechamiento forestal, contaminación, sequías y minería,
15 de los 24 servicios ambientales más importantes del planeta, y que mantienen la economía del mundo, han sido forzados más allá de sus límites de sustentabilidad.
27 % de la población infantil en los países en desarrollo tiene un peso inferior al normal, lo que significa que cerca de 146 millones de niños y niñas están malnutridos.
Desnutrición afecta a 146 millones niños y es la causa de la muerte de 5,6 millones de ellos al año.
Aún persisten 900 millones de personas sin acceso a un servicio permanente y confiable, a la vez que alrededor de 3/5 partes de la población carecen de servicios apropiados de saneamiento.