Mientras, los ministros de Exteriores del G-8 han comenzado en Washington una reunión de dos días para tratar el tema sirio y tomar nuevas medidas en caso de que Bachar El Asad no siga el plan acordado con Annan, que fija en este jueves el ultimátum para el fin de la violencia en el país. Solo unas horas antes de que se abriera el plazo, los activistas opositores denunciaron ayer la muerte de cerca de 40 personas, entre ellas dos mujeres y cuatro menores, en distintas acciones de represión de las fuerzas del régimen.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, en declaraciones a un grupo de periodistas, ha dicho que si no se certifica el alto el fuego, Reino Unido solicitará que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas intensifique las sanciones contra Damasco. En ese caso "intensificarem presionaráos nuestro apoyo a la oposición", ha añadido. El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppe, también ha asegurado que Paríspresionará al Consejo de Seguridad para que adopte una resolución que contemple el despliegue de una fuerza de observadores sobre el terreno.El grupo de las siete naciones más industrializadas —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón— más Rusia han puesto sobre la mesa durante la sesión plenaria y durante la cena de trabajo la necesidad de garantizar el fin de la violencia en Siria, así como elprograma nuclear iraní y el lanzamiento de un cohete norcoreano.
Naciones Unidas calcula que unas 9.000 personas han muerto desde marzo de 2011 como resultado de la represión del régimen de El Asad contra grupos rebeldes, mientras que miles de personas se han visto obligadas a abandonar las ciudades asediadas y buscar refugio en campos en las fronteras de Turquía y Líbano.
AGENCIAS