El cigarrillo electrónico no debe venderse libremente fuera de las farmacias, según un informe del Consejo Superior de Salud de Bélgica cuyos detalles publica el diario "Le Soir".
Neumólogos, oncólogos y toxicólogos de esta institución alertan de la presencia en esos cigarrillos de sustancias tóxicas "en cantidades insuficientemente conocidas y cuya seguridad a largo plazo no ha sido suficientemente estudiada".
Al mismo tiempo cuestionan la "gran diversidad de productos" que a su juicio "crean diferentes problemas en materia de etiquetado o dosis de la nicotina".
El informe destaca que el cigarrillo electrónico se vende hoy en día como un nuevo medio para dejar de fumar, y como tal debe igualmente "estar sometido a criterios de seguridad y eficacia".
El Consejo Superior de Salud indica además que la eficacia de este producto "no siempre está probada" frente a otros remedios para dejar de fumar como los chicles o los parches de nicotina, y que incluso podría mantener la adicción al tabaco por la "continuidad gestual con el verdadero cigarrillo".
Así, considera que el cigarrillo electrónico podría ser un "caballo de Troya para el verdadero cigarrillo". Los expertos también recomiendan realizar más estudios, así como "prohibir la afirmación de que mejoran la salud".
Para los expertos sanitarios belgas, el cigarrillo electrónico debe ser tratado, en consecuencia, como "un medicamento", ser vendido en farmacias y limitarse su publicidad. A su vez, piden que fumar este tipo de cigarrillo siga estando vetado en lugares donde se prohíbe fumar.
EFE