Según los internos de la zona donde se encontraba el narcotraficante mexicano, el capo habló con los miembros de su organización antes de saltar por el boquete que se abrió en el piso de la regadera de su celda.
Tres días antes de que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera se escapara del penal de alta seguridad del Altiplano comenzaron a escucharse ruidos en la zona de tratamientos especiales sin que ningún miembro de seguridad les prestara atención, revelaron a la Procuraduría General de la República de México los internos que estaban en celdas contiguas a la que ocupó el narcotraficante.
En su relato, los detenidos comentaron que el día del escape, “El Chapo” habló con los miembros de su organización antes de saltar por el boquete que se abrió en el piso de la regadera de su celda. También refirieron que previo a la fuga se escucharon cuchicheos, lo cual contradice las afirmaciones del titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, quien dijo que el comportamiento del narcotraficante era el normal de una persona presa en esas condiciones.
Asimismo, detallaron que para la revisión de la celda de Guzmán Loera, que tardó más de 15 minutos, solamente llegaron dos hombres. Estos guardias presuntamente trataron de alcanzar al líder del cártel de Sinaloa, pero los custodios tardaron más de una hora en cruzar la galería.