Talla de los padres no define el crecimiento de sus hijos

En el 2006 un estudio de la Organización Mundial de la Salud demostró que todos los niños del mundo crecen por igual, el problema no es la talla de los padres sino factores externos que tienen que ver con una buena preparación para el embarazo, controles y buena alimentación de la gestante, lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y continuada hasta los dos años, alimentación complementaria, vacunas, controles médicos, higiene y afecto.
La talla de los padres influye en la de sus hijos pero no es un determinante:
“El factor genético influye en el segundo año de vida, por ello los pediatras son responsables de graficar de manera correcta la curva de crecimiento de un niño, es necesario que los menores sean pesados y tallados, ahí sabremos si el niño crece o no de manera adecuada”, indicó el doctor Carlos Del Águila, pediatra y endocrinólogo del Instituto Nacional de Salud del Niño.
Estimula la hormona del crecimiento:
Es pediatra y endocrinólogo señaló que los alimentos calóricos influyen en la producción de la hormona del crecimiento ubicada en el hígado (IGF1).
“Si un niño ingiere alimentos con alto contenido de calorías podrá crecer mejor, sin embargo es necesario que el organismo del niño reciba todos los grupos alimenticios para que el hígado crezca bien y esté fuerte”, indicó Del Águila.
Hijos de padres altos también pueden ser bajos: Un descuido en materia nutricional puede hacer que hijos de padres altos tengan hijos bajos.
“Si un niño lleva una pubertad inadecuada donde hacen dietas y solo se preocupan por estar delgados, pierden oportunidades de estirarse por más que su genética indique que deberían ser altos”, puntualizó el especialista.
Asegura el adecuado crecimiento de tu niño:

• Diversificación de alimentos: Los niños deben recibir todos los grupos de alimentos en su dieta diaria
• Ejercicios: Inculcar en los niños estilos de vida saludable permitirá que sus músculos se estiren, además ayudará a que se mantengan sanos
• Horas de sueño: Los niños y adolescentes deben dormir como mínimo ocho horas
• No sobrealimentar: Los niños obesos no solo afectan su salud sino que perjudican su crecimiento