El Pentágono presentó hoy su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, en la que asegura que EE.UU. llegó a un "punto de inflexión estratégico" al acercarse al décimo aniversario de combate al terrorismo tras los atentados del 11-S.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, publicó el documento de 24 páginas, en lo que supone la primera revisión completa de la estrategia de las Fuerzas Armadas del país en siete años y la primera del Gobierno de Barack Obama.
El responsable de las Fuerzas Armadas de EE.UU. debe revisar, por ley, la estrategia cada dos años, pero el documento no ha sido revaluado desde 2004, según el New York Times.
En el texto, titulado "Redefiniendo el liderazgo militar estadounidense", el almirante afirma que "los cambios continuos en el poder relativo y la interconexión cada vez mayor en el orden internacional apunta a un punto de inflexión estratégico".
La nueva política militar para afrontar esos cambios se basa en la Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno y la Revisión Cuatrienal de Defensa y tiene cuatro objetivos: la lucha contra el extremismo violento; disuadir y derrotar las agresiones; fortalecer la seguridad regional e internacional y diseñar las Fuerzas futuras.
Según los expertos, la nueva estrategia refleja el análisis del Pentágono de que EE.UU. debe adaptarse a los nuevos tiempos después de estar inmerso en el mayor periodo de guerra continuada en la historia del país y comenzar a pensar más allá de Afganistán e Irak con el fin de prepararse para nuevos y más diversos riesgos.
En el caso de Irak, EE.UU. ha fijado la retirada de todas las tropas para finales de año, y en el de Afganistán comenzarán en julio a retirar gradualmente las unidades para dejar poco a poco en manos de las fuerzas afganas la seguridad del país. El objetivo es concluir la transición en 2014.
Así, las tropas tendrán que recuperarse de una guerra de diez años y redefinir sus objetivos. Todo bajo un presupuesto más duro que obligará al Gobierno de EE.UU. a tomar decisiones difíciles.
Mullen describe el actual escenario como "un mundo de múltiples nódulos", un término empleado para definir un entorno en el que hay varios frentes abiertos y varios poderes que pujan por dominar y defender sus intereses en diferentes regiones frente a la rígida competición en el pasado cuando había solo dos bloques opuestos.
"En Asia existen dos poderes globales emergentes y en Oriente Medio hay varios poderes regionales emergentes e influyentes. Las dinámicas en Asia y en Oriente Medio, en particular, podrían cambiar la estabilidad regional", sostiene el almirante.
Mullen no desdeña las amenazas en otros lugares, pero reconoce que las prioridades y los intereses de EE.UU. estarán cada vez más definidos por la región de Asia-Pacífico. China será clave en esa ecuación.
La nueva estrategia incluye además las nuevas tendencias demográficas en el mundo, el cambio de la población en las diferentes regiones, las posibles carencias de recursos naturales que se deriven, el cambio climático y la amenaza de desastres naturales, los cambios en la prosperidad en el planeta, las nuevas tecnologías y una mayor competición en el espacio y el ciberespacio.
También se refiere a las intrusiones y amenazas a través de la red, las armas de destrucción masiva, la amenaza de los programas nucleares norcoreano e iraní, los actores no estatales como organizaciones del crimen organizado y grupos terroristas, y a sistemas de defensa cada vez más sofisticados para frenar la libertad de acción de EE.UU. en el mundo.
EFE
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, publicó el documento de 24 páginas, en lo que supone la primera revisión completa de la estrategia de las Fuerzas Armadas del país en siete años y la primera del Gobierno de Barack Obama.
El responsable de las Fuerzas Armadas de EE.UU. debe revisar, por ley, la estrategia cada dos años, pero el documento no ha sido revaluado desde 2004, según el New York Times.
En el texto, titulado "Redefiniendo el liderazgo militar estadounidense", el almirante afirma que "los cambios continuos en el poder relativo y la interconexión cada vez mayor en el orden internacional apunta a un punto de inflexión estratégico".
La nueva política militar para afrontar esos cambios se basa en la Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno y la Revisión Cuatrienal de Defensa y tiene cuatro objetivos: la lucha contra el extremismo violento; disuadir y derrotar las agresiones; fortalecer la seguridad regional e internacional y diseñar las Fuerzas futuras.
Según los expertos, la nueva estrategia refleja el análisis del Pentágono de que EE.UU. debe adaptarse a los nuevos tiempos después de estar inmerso en el mayor periodo de guerra continuada en la historia del país y comenzar a pensar más allá de Afganistán e Irak con el fin de prepararse para nuevos y más diversos riesgos.
En el caso de Irak, EE.UU. ha fijado la retirada de todas las tropas para finales de año, y en el de Afganistán comenzarán en julio a retirar gradualmente las unidades para dejar poco a poco en manos de las fuerzas afganas la seguridad del país. El objetivo es concluir la transición en 2014.
Así, las tropas tendrán que recuperarse de una guerra de diez años y redefinir sus objetivos. Todo bajo un presupuesto más duro que obligará al Gobierno de EE.UU. a tomar decisiones difíciles.
Mullen describe el actual escenario como "un mundo de múltiples nódulos", un término empleado para definir un entorno en el que hay varios frentes abiertos y varios poderes que pujan por dominar y defender sus intereses en diferentes regiones frente a la rígida competición en el pasado cuando había solo dos bloques opuestos.
"En Asia existen dos poderes globales emergentes y en Oriente Medio hay varios poderes regionales emergentes e influyentes. Las dinámicas en Asia y en Oriente Medio, en particular, podrían cambiar la estabilidad regional", sostiene el almirante.
Mullen no desdeña las amenazas en otros lugares, pero reconoce que las prioridades y los intereses de EE.UU. estarán cada vez más definidos por la región de Asia-Pacífico. China será clave en esa ecuación.
La nueva estrategia incluye además las nuevas tendencias demográficas en el mundo, el cambio de la población en las diferentes regiones, las posibles carencias de recursos naturales que se deriven, el cambio climático y la amenaza de desastres naturales, los cambios en la prosperidad en el planeta, las nuevas tecnologías y una mayor competición en el espacio y el ciberespacio.
También se refiere a las intrusiones y amenazas a través de la red, las armas de destrucción masiva, la amenaza de los programas nucleares norcoreano e iraní, los actores no estatales como organizaciones del crimen organizado y grupos terroristas, y a sistemas de defensa cada vez más sofisticados para frenar la libertad de acción de EE.UU. en el mundo.
EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario