Estados Unidos anunció hoy una nueva "amnistía" de "multas reducidas" para los evasores de impuestos con cuentas en el extranjero y anunció que tiene "avanzadas" las investigaciones sobre bancos que han ayudado a cometer estos delitos.
Se trata de la segunda "amnistía" del Servicio de Recaudación de Impuestos estadounidense (IRS, por su sigla en inglés), tras la que cerró en 2009.
Con ella EE.UU. busca permitir el pago de las deudas con la Hacienda estadounidense de miles de contribuyentes que se aprovechaban de paraísos fiscales.
"No estamos dejando de perseguir la evasión fiscal en el extranjero y continuamos trabajando en ello. Si vienes voluntariamente, pagarás un alto precio; pero evitarás ir a la cárcel", dijo Doug Shulman, director del IRS, en una rueda de prensa hoy.
El nuevo programa tiene como fecha límite el 31 de agosto de 2011 para presentar las cuentas en bancos extranjeros, a través del cual los contribuyentes podrán optar a "multas fiscales reducidas" de un máximo de 25 por ciento, frente al tope del 20 por ciento de la ocasión anterior.
Shulman agregó que los investigadores del IRS continúan analizando una lista de entidades financieras que podrían haber colaborado en estos delitos, aunque no dio nombres, y señaló que en algunos casos se encuentran en etapas "avanzadas".
Indicó, además, que desde la finalización del programa de 2009, más de 3.000 poseedores de cuentas secretas en el extranjero han mostrado su intención de someterse a las penas reducidas.
Se trata de "la última y la mejor oportunidad" para que los evasores de impuestos vuelvan entrar en el sistema tributario antes de que "les encontremos", precisó Shulman.
El anuncio se da a conocer meses después de que el banco suizo UBS AG reconociese que había ayudado a 4.900 ciudadanos estadounidenses a eludir el pago de impuestos a través de cuentas en sus entidades financieras.
Este nuevo programa forma parte del esfuerzo de la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, para combatir la evasión fiscal en el extranjero.
Tras la conclusión del programa de 2009, el IRS informó que 15.000 cuentas bancarias se habían sometido al programa de multas reducidas entonces.
De ellos, Shulman explicó que el organismo federal había cerrado 2.000 casos hasta el momento, lo que suponen unos ingresos adicionales de 400 millones de dólares.
"La situación se pondrá peor en los próximos meses para aquellos que mantengan activos y cuentas en paraísos fiscales", advirtió el jefe de la IRS.
EFE
Se trata de la segunda "amnistía" del Servicio de Recaudación de Impuestos estadounidense (IRS, por su sigla en inglés), tras la que cerró en 2009.
Con ella EE.UU. busca permitir el pago de las deudas con la Hacienda estadounidense de miles de contribuyentes que se aprovechaban de paraísos fiscales.
"No estamos dejando de perseguir la evasión fiscal en el extranjero y continuamos trabajando en ello. Si vienes voluntariamente, pagarás un alto precio; pero evitarás ir a la cárcel", dijo Doug Shulman, director del IRS, en una rueda de prensa hoy.
El nuevo programa tiene como fecha límite el 31 de agosto de 2011 para presentar las cuentas en bancos extranjeros, a través del cual los contribuyentes podrán optar a "multas fiscales reducidas" de un máximo de 25 por ciento, frente al tope del 20 por ciento de la ocasión anterior.
Shulman agregó que los investigadores del IRS continúan analizando una lista de entidades financieras que podrían haber colaborado en estos delitos, aunque no dio nombres, y señaló que en algunos casos se encuentran en etapas "avanzadas".
Indicó, además, que desde la finalización del programa de 2009, más de 3.000 poseedores de cuentas secretas en el extranjero han mostrado su intención de someterse a las penas reducidas.
Se trata de "la última y la mejor oportunidad" para que los evasores de impuestos vuelvan entrar en el sistema tributario antes de que "les encontremos", precisó Shulman.
El anuncio se da a conocer meses después de que el banco suizo UBS AG reconociese que había ayudado a 4.900 ciudadanos estadounidenses a eludir el pago de impuestos a través de cuentas en sus entidades financieras.
Este nuevo programa forma parte del esfuerzo de la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, para combatir la evasión fiscal en el extranjero.
Tras la conclusión del programa de 2009, el IRS informó que 15.000 cuentas bancarias se habían sometido al programa de multas reducidas entonces.
De ellos, Shulman explicó que el organismo federal había cerrado 2.000 casos hasta el momento, lo que suponen unos ingresos adicionales de 400 millones de dólares.
"La situación se pondrá peor en los próximos meses para aquellos que mantengan activos y cuentas en paraísos fiscales", advirtió el jefe de la IRS.
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