La Universidad de Missouri, en Estados Unidos, ha analizado un nuevo trastorno alimentario denominado alcohorexia o ebriorexia, una patología en la que se combinan el alcoholismo, la anorexia y la bulimia.
Los resultados revelaron que este mal afecta tres veces más a las mujeres, y que normalmente las motivaciones que hay detrás incluyen evitar ganar peso, emborracharse más rápido (con el estómago vacío) y ahorrar dinero de la comida para comprar alcohol, explicó Victoria Osborne, autora del estudio.
"Este trastorno priva al cerebro de una nutrición adecuada a la vez que se consumen grandes volúmenes de alcohol puede provocar problemas cognitivos a corto y largo plazo, incluyendo dificultad de concentración, pérdida de la capacidad de estudiar y problemas a la hora de tomar decisiones”, agregó Osborne.
Asimismo, dijo que quienes sufren esta enfermedad tienen a comportarse de forma violenta y arriesgada, y a dañar sus órganos vitales a edades tempranas, lo que desemboca en enfermedades crónicas, como el cáncer.
EFE