La presidenta argentina, Cristina Fernández, asiste a la cumbre del G20
dispuesta a defender su política económica y a reclamar a las grandes potencias
que frenen el flujo de recursos que destinan al sector financiero en favor de un
aumento de la inversión productiva para salir de la crisis.
El foro de
México considera que Argentina -uno de los tres miembros latinoamericanos del
G20- será blanco de fuertes críticas por sus políticas de restricción a las
importaciones y a la compra de dólares y por medidas polémicas, como la
nacionalización de YPF al grupo español Repsol.
Esas críticas no sólo son
domésticas sino que incluso se han hecho escuchar entre otros miembros del G20,
como la Unión Europea, Estados Unidos y México, que han cuestionado la
expropiación de YPF.
También los europeos han denunciado a Argentina ante
la Organización Mundial del Comercio (OMC) por sus medidas comerciales
proteccionistas.
"Las trabas al comercio exterior, la expropiación de
YPF, la visita a países como Angola, que están descolgados del mundo, y las
trabas cambiarias son políticas muy mal vistas por el resto de los países del
G20", dijo a Efe el analista Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico
Político.
Estas políticas han llevado a los republicanos estadounidenses
a plantear en el Senado de EE.UU. la posibilidad de que Argentina sea expulsada
del G20, una medida que Giusto no ve viable de momento, aunque podría llegar a
ser contemplada por el Grupo de los Veinte si Buenos Aires "persiste y
profundiza" estas medidas.
"No es un tema que se haya planteado en las
discusiones formales del G20. No hay ninguna indicación de que vaya a haber una
decisión de modificar la conformidad del G20", dijo hace unas semanas la
canciller mexicana, Patricia Espinosa.
De todas formas, Giusto opinó que
en la cita de Los Cabos las críticas hacia Argentina estarán presentes y "serán
de estilo moderado, aunque algunos países pueden llegar a hacer declaraciones
más fuertes", ante lo cual probablemente Fernández reaccione con un contraataque
en su discurso.
"Es esperable que haya declaraciones más fuertes de
Fernández, que aproveche ese escenario para redoblar su apuesta", señaló
Giusto.
De hecho, la presidenta dio el pasado día 5 algunas pistas de
cómo será su participación en la cumbre.
Afirmó que algo "ha fallado" en
el liderazgo mundial porque la economía global está "peor", consideró que es
hora de "tomar el toro por las astas" y anticipó que reclamará terminar con el
drenaje de recursos al sector financiero para reconducirlo al sector
productivo.
"Es imprescindible que comiencen a darse respuestas y
soluciones. Eso vamos a reclamar al G20, a Europa y a Estados Unidos", afirmó
Fernández, quien consideró que "quienes producen las crisis difícilmente puedan
resolverlas".
Señaló además que "la crisis del euro ha empantanado a la
economía mundial" y que Argentina tiene "derecho a reclamar" porque cuando otros
países le reclamaron a Argentina, "lo hicieron de muy malos modos".
Y
ante las eventuales críticas a sus políticas, Fernández va a México con una
cartera de argumentos que incluyen desde afirmar que las importaciones de
Argentina crecieron el año pasado un 31 por ciento, mucho más que lo que
subieron en los países desarrollados, hasta asegurar que su país es, detrás de
Alemania y según datos de la OCDE, el miembro del G20 con mayor "libertad para
invertir".
También planteará que en realidad es Argentina la que se
enfrenta a las prácticas comerciales proteccionistas por parte de los países
desarrollados cuando sus exportaciones se ven perjudicadas por trabas
arancelarias o barreras sanitarias.
En la cumbre de Los Cabos, en la que
México impulsará un compromiso del G20 en contra del proteccionismo comercial en
el mundo, Fernández mantendrá encuentros bilaterales con el presidente ruso,
Vladimir Putin, y el francés, François Hollande, y por primera vez coincidirá en
un foro público con el español Mariano Rajoy desde el inicio de la controversia
por YPF
EFE