En la ciudad de Gassinieh, al norte de Siria, un grupo de rebeldes decapitaron a un sacerdote católico, que vivía en un monasterio.
El fallecido es Francois Murad, un padre franciscano de 49 años, así lo confirmó la agencia de noticias del Vaticano.
A través de internet, se ha filtrado un video donde se observa como los opositores al régimen de Bashar Asad dicen a los condenados a muerte que se sienten en el suelo antes de recriminarles los supuesto crímenes que ha llevado a cabo.
Los rebeldes acusaron al franciscano de tener números de teléfono oficiales lo que, según los insurgentes, le vinculan con el régimen sirio.
Con un pequeño cuchillo, se produce la decapitación ante la atenta mirada de un centenar de personas que graban la escena con sus celulares.
En una de las imágenes que no aparecen en este video, los rebeldes levantaron la cabeza del religioso como un trofeo mientras el resto aclamaba la hazaña.