Los cadáveres de cuatro personas fueron encontrados colgados este viernes en Michoacán, un estado del oeste de México sitiado por el ejército para combatir el narcotráfico y donde el jueves habían aparecido cinco personas muertas, dos de ellas policías, informó la fiscalía estatal.
Los cuatro cadáveres, dos mujeres y dos hombres, fueron hallados por las autoridades colgados en un cartel que da la bienvenida al pueblo Buenavista Tomatlán, en la región de Tierra Caliente del estado de Michoacán (oeste), donde opera el cártel Los Caballeros Templarios.
"Hasta el momento se desconoce la identidad de cuatro occisos, quienes presentan el tiro de gracia (en la cabeza) y visibles huellas de haber sido torturados", dijo a la AFP Alejandro Arellano, portavoz de la fiscalía de Michoacán, uno de los estados más pobres del país y zona de producción y trasiego de marihuana y amapola.
El jueves, en ese mismo pueblo, fueron hallados los cadáveres de cinco personas baleadas, dos de ellas policías, según informó a la AFP un funcionario de la Subprocuraduría Regional de Justicia de Michoacán.
El gobierno federal desplegó en mayo un operativo con miles de militares y policías federales para garantizar la seguridad en la empobrecida región de Tierra Caliente.
En tanto, en San Miguel Totolapan, otro pueblo de la convulsa región de Tierra Caliente pero en el vecino estado de Guerrero (sur), unas 1.000 personas huyeron el miércoles de sus casas debido a balaceras entre grupos criminales que quemaron viviendas, aunque según el gobierno empezaron a regresar este viernes a sus comunidades.
El portavoz Arellano señaló que aún se desconocen los motivos del asesinato de las cuatro personas que aparecieron colgadas, pero no descartó que se trate de un ajuste de cuentas de los grupos del narcotráfico.
En el lugar donde fueron encontrados estos cadáveres hay un altar construido por Los Caballeros Templarios para honrar al capo Nazario Moreno, alias "El Chayo", fundador de esta organización criminal y abatido por el ejército en diciembre de 2010.
En ese altar, que ahora luce destruido y baleado, se atrincheraron en abril pasado hombres encapuchados y armados que conformaron las llamadas "autodefensas" para enfrentar al cártel Los Caballeros Templarios, que según dijeron, mantenía a la población asolada con extorsiones, secuestros y asesinatos.
Michoacán es la entidad en la que se inició en 2006 la estrategia militarizada contra el crimen organizado que lanzó el expresidente Felipe Calderón, originario de ese estado, y que dejó entre 2006 y 2012 un saldo de 70.000 muertos en el país.
AFP
