El presidente de los Heat de Miami, Pat Riley, ha vuelto a sorprender al mundo de la NBAcon la adquisición del alero Michael Beasley, que el pasado 4 de septiembre fue despedido por los Suns de Phoenix.
Beasley, de 24 años, fue elegido por los Heat con el número dos en el sorteo universitario del 2008, y vuelve con los actuales dobles campeones de liga tras haber jugado con los Timberwolves de Minnesota y los Suns, equipo que lo despidió a pesar de tener todavía un año de contrato.
El motivo de su salida de los Suns fue el haber sido detenido por la policía de Arizona al hallarle dentro de su vehículo marihuana y parafernalia de drogas, el mismo problema que tuvo en la primera etapa con los Heat, antes de ser traspasado.
Aunque esa no fue la razón de su salida sino que Riley lo utilizó para dejar espacio salarial y conseguir la llegada de LeBron James y Chris Bosh como agentes libres.
Ahora Riley consigue a un jugador que deseó tener en su equipo y al que él mismo seleccionó con el número dos en el mismo año en que los Bulls de Chicago eligieron al base Derrick Rose número uno.
Beasley también reconoció, cuando estuvo por primera vez con los Heat, que tenía problemas de consumo de sustancias prohibidas y en el 2009 tuvo que entrar en un centro de tratamiento tras violar dos veces la política antidopaje de la NBA.
Antes de la llegada de Beasley, los Heat también lograron el fichaje del pívot Greg Oden, seleccionado con el número uno del sorteo universitario en el 2007 por los Trail Blazers de Portland, pero al que las lesiones no le han permitido rendir lo suficiente.
Ahora Oden y Beasley tienen la oportunidad de relanzar sus carreras y de hacer historia con los Heat (poseen a siete jugadores seleccionados entre los seis primeros en sorteos universitarios) si los ayudan a ganar el tercer título seguido y que James se quede en Miami.
EFE
Beasley, de 24 años, fue elegido por los Heat con el número dos en el sorteo universitario del 2008, y vuelve con los actuales dobles campeones de liga tras haber jugado con los Timberwolves de Minnesota y los Suns, equipo que lo despidió a pesar de tener todavía un año de contrato.
El motivo de su salida de los Suns fue el haber sido detenido por la policía de Arizona al hallarle dentro de su vehículo marihuana y parafernalia de drogas, el mismo problema que tuvo en la primera etapa con los Heat, antes de ser traspasado.
Aunque esa no fue la razón de su salida sino que Riley lo utilizó para dejar espacio salarial y conseguir la llegada de LeBron James y Chris Bosh como agentes libres.
Ahora Riley consigue a un jugador que deseó tener en su equipo y al que él mismo seleccionó con el número dos en el mismo año en que los Bulls de Chicago eligieron al base Derrick Rose número uno.
Beasley también reconoció, cuando estuvo por primera vez con los Heat, que tenía problemas de consumo de sustancias prohibidas y en el 2009 tuvo que entrar en un centro de tratamiento tras violar dos veces la política antidopaje de la NBA.
Antes de la llegada de Beasley, los Heat también lograron el fichaje del pívot Greg Oden, seleccionado con el número uno del sorteo universitario en el 2007 por los Trail Blazers de Portland, pero al que las lesiones no le han permitido rendir lo suficiente.
Ahora Oden y Beasley tienen la oportunidad de relanzar sus carreras y de hacer historia con los Heat (poseen a siete jugadores seleccionados entre los seis primeros en sorteos universitarios) si los ayudan a ganar el tercer título seguido y que James se quede en Miami.
EFE