Un reporte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos dado a conocer revela que cada año menos de la mitad de los estadounidenses se vacuna contra la gripe, aún cuando la enfermedad causa miles de muertes.
Las autoridades sanitarias instaron nuevamente a la población a que se vacune contra este virus, en especial a aquellos que forman parte de los grupos de alto riesgo como las embarazadas, los ancianos y los niños.
Los especialistas vaticinan que la próxima temporada de gripe podría ser más severa que la anterior si continúa el patrón observado hasta ahora en países como Australia, en donde se ha visto un dramático aumento de casos en comparación con años anteriores.
Los CDC, que sugieren aplicar una vacuna contra la gripe a partir de los seis meses de edad, han recomendado este año el uso de la vacuna en atomizador nasal, que contiene el virus vivo, para niños entre 2 y 8 años de edad, por considerarla más efectiva.
Los CDC destacaron además la necesidad de que este año un mayor número de mujeres embarazadas se vacunen contra la influenza, ya que solo un 50 por ciento lo hizo el pasado año, y constituyen uno de los grupos en alto riesgo.
Estudios previos han encontrado que vacunarse durante el embarazo protege al feto y disminuye el riesgo de hospitalizaciones futuras relacionadas a la enfermedad.
De acuerdo con los CDC, solo un 34 % de los adultos entre los 18 y 64 años se vacunan cada año, mientras que entre los menores de 5 y 17 años la cifra alcanza el 55 %.
Los hispanos en Estados Unidos tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones a causa de la gripe, aunque no necesariamente padecen en mayor proporción de la enfermedad.
Además de las embarazadas, los ancianos y los niños pequeños, las personas que presentan condiciones crónicas es otro de los grupos de alto riesgo.
La temporada de la gripe en Estados Unidos empieza durante el mes de octubre y se extiende por lo general hasta mayo, con una mayor actividad entre enero y febrero.
EFE