El prolífico Prince, ícono del pop, dio a conocer su nuevo álbum de funk bailable y decidió, en el último capítulo de su problemática relación con la industria discográfica, difundirlo únicamente por streaming.
El trabajo, titulado “HitNRun Phase One”, en referencia a su reciente y famosa gira –durante la que anunciaba sus conciertos pocas horas antes de subir al escenario–, condensa esa vitalidad del artista en el escenario.
Prince, de 57 años, eligió difundir su álbum únicamente en Tidal, el servicio de streaming del rapero Jay Z que fue creado para eludir a competidores como Spotify, al que algunos artistas reprochan no remunerar adecuadamente su trabajo.
El músico independiente, quien durante un tiempo llevó escrita la palabra “esclavo” en su mejilla para denunciar las “cadenas” de las empresas discográficas, se ufana de haber podido difundir su 34° álbum grabado en estudios apenas 90 días después de un único encuentro con Jay Z.
No más esclavo
A ojos de Prince, el streaming, un sistema que permite escuchar música en línea a demanda, generalmente a través del pago de un abono, podría terminar permitiendo a los artistas emanciparse de la industria musical tradicional.
“Los contratos discográficos son –quiero soltar la palabra– como la esclavitud”, afirmó Prince, un negro consciente del alcance de esa palabra en la cultura estadounidense, ante un reducido grupo de periodistas, según la radio pública NPR.
Repitiendo un argumento de Jay Z después de comprar Tidal a la compañía sueco-noruega Aspiro por 56 millones de dólares, Prince aseguró que la creciente industria de streaming –que permite a los suscriptores escuchar música en línea ilimitadamente– podría transformar la industria al permitir que los artistas eludan a las grandes corporaciones.
En otra entrevista con Ebony, la emblemática revista de la comunidad afroestadounidense, el artista explicó que internet permite emanciparse de un modelo único de producción musical.
Esta iniciativa, sin embargo, resultó sorprendente, ya que ocurre un año después de que Prince se reconciliara con Warner, que editó dos discos suyos simultáneamente en septiembre de 2014 y acordó reeditar sus obras más tempranas, incluido el álbum “Purple Rain” de 1984.
Cuando concluyó su acuerdo con Tidal, retiró su catálogo de los servicios de streaming rivales, pero en julio sorpresivamente publicó un único tema — “Stare”, que no aparece en su último álbum– con el líder de la industria, Spotify.
Bailar, bailar y bailar
“HitNRun Phase One” reproduce la atmósfera de un concierto en vivo, desde las primeras notas de una de las canciones más célebres y bailables de Prince, “Let’s Go Crazy”, hasta metamorfosearse en endiablado funk con “Million $ Show”, en la que canta Judith Hill, una protegida de Prince.
Al artista le encanta volver sobre sus trabajos anteriores y este álbum no es la excepción. Actualizó “This Could Be Us”, que originalmente apareció en uno de sus discos de 2014.
Prince transformó esta balada en una pieza cuyo ritmo destaca maravillosamente su famoso “Sex with me ain’t enough / That’s why we gotta to do it metaphysically” (el sexo conmigo no es suficiente / Por eso debemos hacerlo metafísicamente).
En “Fallinlovetonight”, Prince hace brillar los sintetizadores, cuyos sonidos recuerdan a los Pet Shop Boys y a la generación que frecuentaba las discotecas a fines de los 80.
El álbum no incluye ningún mensaje político. “Baltimore”, un tema que denuncia la violencia policial hacia los negros, no figura en él.
Pero Prince se permitió un toque introspectivo en el último tema de “HitNRun Phase One”, titulado “June” (junio, el mes de su nacimiento), en el que se pregunta si acaso no pertenecerá a otra época.
“Debí haber nacido en el escenario de Woodstock. Pero estoy aquí, esperando”, canta.
Fuente: AFP