Los conciertos ofrecidos en Panamá entre los años 2011 y 2015 por estrellas de la música española como Julio Iglesias, su hijo Enrique, Raphael, Jarabe de Palo, La Oreja de Van Gogh y Alejandro Sanz en Panamá vienen siendo investigados por el fisco de ese país.
Además, tampoco se cree que Raphael solo cobrase 15.000 dólares (13.674 euros) por su concierto.
En estos casos, la Dirección General de Ingresos de Panamá tiene sospechas y motivos para pensar que el dinero que refleja el contrato no es el real y que parte de los ingresos de los artistas pudo haber sido pagado por vías ilícitas.
El fisco panameño sostiene que, en caso de que los citados cantantes hubiesen obtenido dinero de esos conciertos por otra vía, habrían cometido un fraude en el IVA (Impuesto al Valor Agregado).EFE