El mundo del fútbol no fue ajeno a la muerte en el 2010, pues algunos jugadores de diferentes países dejaron este mundo por diversas circunstancias.
El primer deceso fue el del nigeriano Endurance Idahor, quien murió por causas desconocida en pleno partido el pasado 6 de marzo. Esto ocurrió en un partido de la liga de Sudán.
El 28 de marzo, tras un accidente de tránsito, perdió la vida el delantero paraguayo Derlis Florentín, quien jugara en Alianza Lima en la temporada 2008.
El 6 de mayo falleció el serbio Goran Tunjic de un infarto en el campo de juego, mientras que el mexicano Guillermo Meza, de los Pumas de Morelos, murió un día después en un intento de asalto.
En junio, el día 13, la muerte llegó al centro delantero venezolano Gustavo Durán, quien falleció en Isla Margarita tras sufrir un accidente de carretera.
Un mes después, el 14 de julio, el colombiano Alexis Peñaranda, del Cúcuta Deportivo, fue hallado muerto con impactos de bala.
El 11 de setiembre, tras varias horas de agonía, falleció el joven volante uruguayo Diego Rodríguez.
El popular ‘Oreja’, de las filas del Nacional de Montevideo, murió tras sufrir un accidente de tránsito.
El 3 de octubre, el jugador salvadoreño Nelson Rivera fue baleado en la cabeza por sujetos que intentaron robarle su vehículo. Esto ocurrió a la salida de una gasolinera en El Congo, Santa Ana.
El 1 de noviembre perdió la vida el jugador nigeriano Daniel Gabriel, del Virtus Lignano del fútbol amateur de Italia.
El futbolista se desmayó mientras la acción de juego estaba lejos de él, fue rápidamente asistido, con intentos de reanimación que duraron media hora, y trasladado a un hospital local, donde ingresó sin vida, según los médicos
Mientras que el 28 de noviembre, tras dos días de búsqueda, fue hallado desmembrado el cadáver del futbolista guatemalteco Carlos Mercedes Vásquez.
Los restos de la víctima, que jugaba en el Deportivo Malacateco, fueron hallados en cinco bolsas que contenían la cabeza, piernas y torso, con un mensaje que decía “por meterse con la mujer de otro”.
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