Un tribunal oral del sur de Chile condenó hoy a 25 años de prisión al dirigente mapuche Héctor Llaitul, por los delitos de homicidio frustrado de un fiscal y robo con intimidación, informaron fuentes judiciales.
Otros tres comuneros imputados, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical recibieron una pena de 20 años de cárcel por los mismos delitos, precisaron las fuentes.
El fallo, pronunciado por el tribunal oral de la ciudad de Cañete, a 634 kilómetros al sur de Santiago, fue dado a conocer en medio de un fuerte resguardo policial.
La condena a Llaitul incluye dos sentencias distintas: 15 años por la emboscada y el ataque armado contra el fiscal Mario Elgueta y su comitiva, y 10 años por robo con intimidación contra el agricultor José Santos Jorquera.
Los otros tres fueron condenados a 10 años por el ataque a Elgueta y a otros 10 también por el robo con intimidación al agricultor.
El ataque contra el fiscal Mario Elgueta, que investigaba delitos relacionados con el conflicto abierto por las reclamaciones de tierras por parte de comunidades indígenas, ocurrió en octubre de 2008 y la investigación apuntó a la Comunidad Arauco Malleco (CAM), una de las organizaciones mapuches más radicalizadas.
Héctor Llaitul es considerado el líder de esa organización y el pasado 22 de febrero el tribunal lo había considerado culpable de los delitos que se le imputaban, lo mismo que a los otros tres comuneros.
La Fiscalía, en el curso de la investigación, imputó a los comuneros en el marco de la ley antiterrorista, que implica penas más duras, y había solicitado para ellos un total de 103 años de prisión, pero el tribunal decidió no aplicar esa legislación en su contra.
El año pasado, los cuatro participaron en una huelga de hambre que más de treinta presos mapuches mantuvieron por 80 días, en demanda de la no aplicación de la ley antiterrorista y condiciones de reclusión más dignas.
El ayuno se resolvió con la mediación de la Iglesia católica y finalmente el tribunal resolvió desechar la aplicación de la ley antiterrorista, pese a lo cual las penas conocidas hoy fueron consideradas demasiado altas por la defensa, que estudiará solicitar la anulación del juicio.
Los cuatro comuneros sentenciados hoy iniciaron el pasado 16 de marzo una nueva huelga de hambre líquida, para pedir la anulación del juicio y ser procesados "por un tribunal competente e imparcial", según dijo entonces a Efe Juana Reimán, portavoz de los reclusos.
En protesta por esta condena, una veintena de mapuches ocupó hoy de forma pacífica la iglesia de Cañete, donde tienen previsto pernoctar esta noche, según informó a Efe Natividad Llanquileo, portavoz de los mapuches.
Aun así, los sacerdotes han podido desarrollar con normalidad sus actividades eclesiásticas, aseguró la líder indígena.
"Es una pena desproporcionada, es una pena donde se han sobredimensionado los hechos. Hay una persecución política hacia la CAM. No consideramos que los hechos tengan esta naturaleza (terrorista) que se le ha querido dar", declaró Llanquileo a Efe.
En tanto, los cuatro mapuches condenados han sido trasladados hoy desde la cárcel de Lebu, en la región del Biobío, hasta la de Angol, en la región de la Araucanía, ya que esta está acondicionada para acoger a "presos políticos mapuche", según indicó Llanquileo.
Los cuatro prosiguen, además, con la huelga de hambre que iniciaron hace una semana para pedir la nulidad de ese juicio.
Los mapuches son la principal comunidad indígena de Chile, suman unas 600.000 personas que representan el 4 % de la población total y se concentran en la región sureña de la Araucanía.
EFE
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