(AFP) - El cáncer de Hugo Chávez, actualmente hospitalizado y en tratamiento de quimioterapia, sigue provocando incertidumbre entre los venezolanos, que intentan acostumbrarse a la imagen de un mandatario debilitado y menos presente, a un año de las elecciones presidenciales.
El gobernante ingresó el sábado en el Hospital Militar de Caracas para someterse a un tercer ciclo de quimioterapia contra el cáncer que le fue diagnosticado hace dos meses en Cuba.
“Desapareceré en rostro y cuerpo de la vista pública por unos días”, dijo Chávez la semana pasada, asegurando que saldrá “fortalecido” de esta nueva quimioterapia y se mantendrá en contacto con los venezolanos a través de su cuenta en la red social Twitter mientras se somete al tratamiento.
El jefe de Estado, operado el 20 de junio en Cuba de un tumor canceroso en la zona pélvica, confía en su curación total y ya habla en pasado de esta enfermedad.
Además, ha reafirmado que será candidato en las presidenciales de 2012, en las que, según él, vencerá a la oposición por “nocaut” e iniciará su tercer mandato de seis años.
“Tuve esta enfermedad y ahora estamos blindando el cuerpo y el alma también para que no regrese (…) y no va a regresar porque ya se fue”, dijo en estos días un optimista Chávez.
Sin embargo, los venezolanos desconocen hasta ahora dónde estaba alojado el tumor extirpado al presidente y la magnitud del cáncer que sufre. Sólo el jefe de Estado da detalles sobre su enfermedad y en más de dos meses no se ha divulgado un boletín médico.
El hecho de que Chávez esté hospitalizado recibiendo nuevas sesiones de quimioterapia, unido a la visible debilidad que la enfermedad y su tratamiento han provocado en este presidente, hasta ahora omnipresente en la vida diaria de los venezolanos, sólo aumenta los rumores sobre su salud.
En las redes sociales de Venezuela, el optimismo desmesurado de los adeptos del mandatario y las previsiones fatalistas de sus detractores se multiplican.
“La población está en una fase de readecuación de este nuevo ritmo de Chávez, con la esperanza de que sea transitorio y que cuando el presidente esté en plenas condiciones retome con el mismo impacto de antes su actividad política”, explicó a la AFP Nicmer Evans, columnista y profesor de Teoría Política de la Universidad Central de Venezuela.
Chávez, que había acostumbrado a los venezolanos a intervenciones diarias de varias horas en la televisión oficial, se ve obligado a moderar sus apariciones públicas y a respetar las estrictas indicaciones médicas.
El lunes, en una llamada telefónica a la televisión oficial, el presidente garantizó que su tratamiento avanza satisfactoriamente y recalcó que sigue al mando y está “pendiente todo el día de lo que pasa en el país y en el mundo”.
“El tratamiento del cáncer no parece ser un elemento que perturbe su función principal que es gobernar, pero sin duda ha afectado y (Chávez) ha disminuido su contacto con los medios de comunicación y con la población en general”, añadió Evans.
Frente a las dudas que la enfermedad de Chávez, en el poder desde 1999, genera en el escenario político, la oposición venezolana ha optado por la prudencia y ha centrado su agenda en las primarias de febrero en las que elegirá a un candidato único para las elecciones presidenciales de 2012.
Sin embargo, Chávez acusó en estos días a sus detractores políticos de organizar una “conspiración” para desestabilizar al gobierno y dividir a las Fuerzas Armadas y consideró que la oposición venezolana es una “amenaza para el país”.
Por Valeria Pacheco
Por Valeria Pacheco