Exponente de una generación de mujeres árabes que tratan de romper tabúes sociales y culturales, la palestina con ciudadanía israelí Huda Naccache ha causado sensación al convertirse en portada de una revista en bikini y ser la próxima representante de Israel en un certamen internacional de belleza.
Con una larga cabellera que pasa de castaño oscuro, unas medidas de impresión -84-60-90- y casi un metro ochenta de estatura, esta joven nacida en Haifa (norte de Israel) y de familia cristiana se ha convertido en la primera árabe-israelí en posar con un reducido bikini para una revista en este país.
De hecho, es una de las pioneras en toda la región, porque sólo tiene una antecesora árabe que posó con un bañador de dos piezas para la portada de una publicación libanesa.
"Mis padres no se opusieron a que aparezca en bikini, ellos representan a la nueva generación que quiere que las hijas tengan sus propias experiencias", explicó a Efe Naccache.
Los responsables de la revista Lailac (Yo y tu) que la ha lanzado a la fama, publicada en Nazaret y destinada al público femenino, han encontrado en su belleza y valentía todo un filón.
Y es que la eligieron como modelo de una nueva era para las féminas árabes, casi una revolución en una población que debe aún superar numerosos obstáculos en una sociedad tradicionalmente conservadora, que además sobrevive como minoría en el Estado judío.
"Quería demostrar que las árabes podemos ser personas liberadas que pueden hacer lo que deseen. Quería abordar el tabú que supone la cuestión del bikini tanto para israelíes como para árabes", comenta la joven que, de momento, sólo ha tenido oportunidad de trabajar con agencias de modelos árabes.
La propia publicación promocionó su candidatura como representante israelí en el certamen de belleza internacional de "Miss Tierra", algo parecido a "Miss Universo" pero donde es importante también la conciencia ecológica, y que se celebrará a principios de diciembre en Tailandia.
"Ella representa una nueva generación de chicas árabes independientes a la que se les permite pensar y trabajar", apunta Yara Mashour, editora jefe de la revista Lailac.
"Quería provocar algo nuevo y Huda es una precursora porque, sonará estúpido decirlo, pero las mujeres (árabes) aquí tienen un problema; muchas chicas que se llaman modelos sólo posan para portadas de trajes de novias o tocados de peluquería y se niegan a salir en bikini por miedo a la reacción de sus familias o sus novios", comenta.
Su revista, que lleva publicándose más de una década y tiene una difusión de 90.000 lectores, ya ha hecho historia al sacar en septiembre dos portadas ilustradas con la silueta de Naccache, una de las cuales es la del bikini.
Sobre el revuelo que ha causado este mes, Mashour considera la cuestión "más profunda que un simple bikini: se trata de la liberación de las mujeres árabes, deseo que cambien, pues muchas lo llevan puesto en las playas y aparecen con él en Facebook pero, a la hora de posar para una revista, tienen reservas".
Pese a los prejuicios iniciales, la foto ha sido todo un éxito y la publicación ha recibido llamadas de jóvenes que tras Naccache se han decidido a lanzarse a la piscina y posar ligeras de ropa.
"Creo que gracias a ella cambiará la forma en la que piensan y se comportan las mujeres respecto a los hombres", pronostica la editora.
La joven modelo, que creció en Nazaret, residió en Italia y en la actualidad estudia Arqueología y Geografía en Haifa, tiene la cabeza bien amueblada y sabe que no está sola en su intento por abrir la brecha.
Ha tenido predecesoras como Rana Raslan, la primera mujer árabe coronada hace doce años como la reina de la belleza en Israel, o Niral Karantinji, la primera modelo árabe que ganó un concurso de telerrealidad hace un lustro.
"Me encanta mi trabajo, aunque es extremadamente duro", revela Naccache, consciente de que se enfrenta "a numerosos retos, tanto en la sociedad israelí, que no me acepta como una profesional por mi origen (árabe-palestino), como en la sociedad árabe, que me considera demasiado liberal", afirma.
Pero confía en tirar abajo todas las barreras con su espectacular posado y su sobrada confianza en sí misma.
"Espero que, después de que ambas sociedades me vean en la portada de la revista, puedan entender que soy una mujer libre y una profesional, y que entonces las agencias israelíes me vean con otros ojos", concluye.
Con una larga cabellera que pasa de castaño oscuro, unas medidas de impresión -84-60-90- y casi un metro ochenta de estatura, esta joven nacida en Haifa (norte de Israel) y de familia cristiana se ha convertido en la primera árabe-israelí en posar con un reducido bikini para una revista en este país.
De hecho, es una de las pioneras en toda la región, porque sólo tiene una antecesora árabe que posó con un bañador de dos piezas para la portada de una publicación libanesa.
"Mis padres no se opusieron a que aparezca en bikini, ellos representan a la nueva generación que quiere que las hijas tengan sus propias experiencias", explicó a Efe Naccache.
Los responsables de la revista Lailac (Yo y tu) que la ha lanzado a la fama, publicada en Nazaret y destinada al público femenino, han encontrado en su belleza y valentía todo un filón.
Y es que la eligieron como modelo de una nueva era para las féminas árabes, casi una revolución en una población que debe aún superar numerosos obstáculos en una sociedad tradicionalmente conservadora, que además sobrevive como minoría en el Estado judío.
"Quería demostrar que las árabes podemos ser personas liberadas que pueden hacer lo que deseen. Quería abordar el tabú que supone la cuestión del bikini tanto para israelíes como para árabes", comenta la joven que, de momento, sólo ha tenido oportunidad de trabajar con agencias de modelos árabes.
La propia publicación promocionó su candidatura como representante israelí en el certamen de belleza internacional de "Miss Tierra", algo parecido a "Miss Universo" pero donde es importante también la conciencia ecológica, y que se celebrará a principios de diciembre en Tailandia.
"Ella representa una nueva generación de chicas árabes independientes a la que se les permite pensar y trabajar", apunta Yara Mashour, editora jefe de la revista Lailac.
"Quería provocar algo nuevo y Huda es una precursora porque, sonará estúpido decirlo, pero las mujeres (árabes) aquí tienen un problema; muchas chicas que se llaman modelos sólo posan para portadas de trajes de novias o tocados de peluquería y se niegan a salir en bikini por miedo a la reacción de sus familias o sus novios", comenta.
Su revista, que lleva publicándose más de una década y tiene una difusión de 90.000 lectores, ya ha hecho historia al sacar en septiembre dos portadas ilustradas con la silueta de Naccache, una de las cuales es la del bikini.
Sobre el revuelo que ha causado este mes, Mashour considera la cuestión "más profunda que un simple bikini: se trata de la liberación de las mujeres árabes, deseo que cambien, pues muchas lo llevan puesto en las playas y aparecen con él en Facebook pero, a la hora de posar para una revista, tienen reservas".
Pese a los prejuicios iniciales, la foto ha sido todo un éxito y la publicación ha recibido llamadas de jóvenes que tras Naccache se han decidido a lanzarse a la piscina y posar ligeras de ropa.
"Creo que gracias a ella cambiará la forma en la que piensan y se comportan las mujeres respecto a los hombres", pronostica la editora.
La joven modelo, que creció en Nazaret, residió en Italia y en la actualidad estudia Arqueología y Geografía en Haifa, tiene la cabeza bien amueblada y sabe que no está sola en su intento por abrir la brecha.
Ha tenido predecesoras como Rana Raslan, la primera mujer árabe coronada hace doce años como la reina de la belleza en Israel, o Niral Karantinji, la primera modelo árabe que ganó un concurso de telerrealidad hace un lustro.
"Me encanta mi trabajo, aunque es extremadamente duro", revela Naccache, consciente de que se enfrenta "a numerosos retos, tanto en la sociedad israelí, que no me acepta como una profesional por mi origen (árabe-palestino), como en la sociedad árabe, que me considera demasiado liberal", afirma.
Pero confía en tirar abajo todas las barreras con su espectacular posado y su sobrada confianza en sí misma.
"Espero que, después de que ambas sociedades me vean en la portada de la revista, puedan entender que soy una mujer libre y una profesional, y que entonces las agencias israelíes me vean con otros ojos", concluye.
EFE