EFE) El realizador brasileño Walter Salles revivió hoy el espíritu de la generación beat en Cannes con su película “On the road”, recibida con tibieza y en la quese rodea de estrellas como Kristen Stewart, Kirsten Dunst, Viggo Mortensen, Amy Adams, Tom Sturridge, Elisabeth Moss o Alice Braga.
Una película que adapta muy fielmente el libro de Jack Kerouac pero que “no es una historia sobre la generación beat, es sobre los años de formación de esa generación”.
“Los personajes en el libro tienen el valor de experimentarlo todo en carne viva y no a través de la pantalla”, explicó Salles en rueda de prensa. “Es muy importante crearse una visión crítica experimentando las cosas y no viéndolas” por la tele o internet.
“On the road” (“En el camino”) cuenta los años que Kerouac pasó viajando por América en los años cuarenta junto a su amigo Neal Cassady y algunos que posteriormente se convirtieron en grandes figuras literarias como William S. Burroughs y Allen Ginsberg.
La película traslada el comienzo de la acción a Nueva York y muestra con todo lujo de detalles el viaje de Kerouac, sus inicios como escritor y la relación con sus amigos, llena de sexo, drogas y excesos.
En su traslado a la pantalla, Walles ha tratado de mostrar “el sentimiento de pérdida” que reina en el libro.Una larguísima narración en la que los actores secundarios dan más peso a sus personajes que los protagonistas y en la que Salles se recrea en exceso en paisajes tanto naturales como emocionales.
“Cuanto más te alejas del punto de partida, más ganas en profundidad, mejor te conoces y mejor sabes lo que quieres ser en la vida, pero en ese camino, en ese alejamiento también pierdes algo. Al final del libro te das cuenta de que es una historia de una amistad rota”, explicó.
Una película que en un primer momento se pensó como un documental. Durante 5 años Salles se entrevistó con los personajes supervivientes del libro y con gente influenciada por Kerouac, como Wim Wenders.
Al final decidió hacer una película “sobre un grupo que a través de un viaje se convierten en adultos. Pasan las fronteras de una cultura como la del Estados Unidos de después de la Segunda Guerra Mundial, que era muy conservadora”
Una historia para la que Salles se ha rodeado de un gran reparto que encabezan dos actores menos conocidos: Sam Reily, que encarna a Kerouac, y Garrett Hedlund, a su amigo Neal, junto a Kristen Stewart, que abandona así su famoso papel de vampira.
Actores que prepararon sus papeles junto a Salles, entrevistándose con los supervivientes de la historia del libro y con personas relacionadas o influencias por la generación beat.
Stewart recibió la primera llamada de Salles hace años, cuando ella tenía 16, la edad de su personaje. “Estoy muy feliz de haber esperado algunos años para hacer el filme porque era menos madura que ahora”.“Fue muy estimulante desde el punto de vista emocional”, explicó Stewart, que considera que su papel -la primera mujer de Cassady y amante esporádica de Kerouac- es la que encarna “verdaderamente el espíritu del libro”.
Sobre las repetidas escenas de sexo que protagoniza en el filme, aseguró que le encanta provocarse miedo a sí misma poniéndose retos para ir lo más lejos posible.
“Quería realmente forzar mis límites, ir más lejos que el guión”, sin ninguna reticencia. “Si uno es honesto no hay razón para tener vergüenza de nada”.
Y en una pequeña colaboración, como William S. Burroughs, Vigo Mortensen, que se mostró hoy encantado de participar en el filme, apareció en la rueda de prensa con una bandera del equipo de hockey de Montreal, los Canadiens, y demostró que había investigado enormemente para su interpretación.
Mortensen destacó la “increíble generosidad” de Salles, el “guión excelente” y el “equilibrio entre los diferentes personajes“.
Una película que, en su opinión, puede ayudar a tomar conciencia de la importancia de los movimientos de protesta que se están produciendo actualmente entre los jóvenes de todo el mundo, de Estados Unidos, de Europa o de China.
Los jóvenes “simbolizan el espíritu de la época”, su rechazo por lo que pasa, por el estatus que, en la actualidad por el pago a los bancos.
Por eso el actor cree que la película llega “en el momento preciso”, en el que la gente podrá identificarse de nuevo con el libro de Kerouac, apropiarse de él.