EFE) - Los favoritos a ganar la próxima semana las elecciones venezolanas, el presidente Hugo Chávez y el opositor Henrique Capriles, animaron el tramo final electoral advirtiendo una rebelión popular, el primero, y el pago de errores, el segundo.
El candidato de la alianza de partidos opositores impondrá las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que provocaron la rebelión popular de 1989, la primera contra el neoliberalismo, sostuvo Chávez en un mitin y también en declaraciones a los periodistas en Guarenas, ciudad aledaña a Caracas.
Allí comenzó lo que a la postre se recuerda como el sangriento “Caracazo”, lo que Chávez identifica como semilla de su “Revolución Bolivariana”, como llama a su gestión.
“Esta ciudad de Guarenas fue la primera en este mundo que se alzó contra el paquetazo neoliberal y las políticas del FMI y del Banco Mundial”, subrayó y atribuyó a Capriles la intención de querer volver a implantarlas si gana los comicios del 7 de octubre.
“¿Otro paquete neoliberal?”, se preguntó mostrando una foto donde se leía “paquetazo made in USA” y repitiendo que una nueva rebelión popular sería protagonizada si se insiste en ello, porque el pueblo, subrayó, “recuperó sus derechos y no se los va a dejar arrebatar”.
Chávez llamó a dirigentes opositores no radicales a reflexionar sobre las consecuencias de ese escenario y dijo que algunos ya “han mandado a decir que ellos no se van a prestar a la locura” de secundar “paquetazos neoliberales” ni otros hechos violentos que achacó al entorno más próximo a Capriles.
En ese sentido, el gobernante dio cuenta de la detención este viernes de “gente saboteando la energía eléctrica”, con la intención, remarcó, de “generar fallos y después decir que es Chávez; para culpar al Gobierno”.
Ojalá tras la elección, añadió, “surja una oposición democrática de verdad, con la que se pueda hablar”.
“Yo le extiendo la mano, porque tenemos que aprender a convivir la izquierda con la derecha; nosotros que somos mayoría con las minorías, pero tenemos que respetarnos (…) para vivir en paz y en democracia”, agregó.
El candidato a la reelección también volvió a repetir en Guarenas, como lo hizo anoche en otro mitin, en la ciudad de Maturín (noreste), que es crítico de su gestión y que a la par de destacar logros no esconde errores cometidos en la búsqueda de solucionar problemas, pero que “no será la burguesía la que los resuelva”.
La autocrítica le valió que Capriles le advirtiera también en un mitin, en la ciudad de Coro (noroeste), que ello se paga.
“Mis hermanos, nosotros vamos a ganar el 7 de octubre porque el pueblo premia si uno lo hace bien y el pueblo castiga si uno se equivoca“, manifestó el abanderado de la alianza opositora tras enumerar obras prometidas por el Gobierno y no realizadas.
Los derrotados el domingo 7 serán quienes “defraudaron al pueblo, los que saquearon los recursos” del país y no quienes los respaldan, añadió Capriles y en ese sentido llamó a sus seguidores a que inmediatamente después de que se proclamen los resultados de los comicios “nos abracemos con nuestros hermanos que piensan distinto”.
“No habrá pueblo derrotado”, sino un Presidente derrotado en su afán de mantener su proyecto político por encima de las necesidades de los venezolanos, sostuvo Capriles.
“Yo, en cambio -prosiguió-, vengo a decirles que para mí lo importante son ustedes, el pueblo de Venezuela; lo que importa son las soluciones a sus problemas, que haya agua, carreteras en buen estado, empleos, que no haya inseguridad; lo demás es politiquería”.
Lo que también “está clarito”, remató Capriles, “es que vamos a ganar el 7 de octubre”,en unos comicios a los que están convocados unos 19 millones de electorespara elegir en una sola vuelta electoral al presidente del país para el período 2013-2019