Los paquetes de cigarrillos se venderán a partir de mañana sin publicidad y en un color homogéneo en Australia el primer país del mundo que adopta una medida de este tipo para combatir el tabaquismo.
En virtud de la ley, todas las cajetillas tendrán el mismo color verde oliva, la marca aparecerá escrita en una tipografía homogénea y en letra pequeña y, además, incluirán imágenes de enfermedades vinculadas al tabaquismo.
Las advertencias sobre los riesgos del tabaquismo para la salud ocuparán el 75 por ciento de la parte frontal del paquete de pitillos y el 90 por ciento del reverso.
La aplicación del nuevo formato ha comenzado a tener resultados positivos o, por lo menos, psicológicos, según la ministra australiana de Salud, Tanya Plibersek.
"He recibido algunas cartas" en la que los fumadores aseguran que los cigarrillos "no saben igual que antes", declaró hoy Plibersek a periodistas, aunque las tabaqueras niegan rotundamente que se haya cambiado los ingredientes.
Las grandes tiendas minoristas, que venden el 70 por ciento de los cigarrillos en Australia,han acatado la disposición y se espera que la "mayoría" de negocios introduzca los cambios, aunque empresas como Philip Morris se niegan a que se les devuelva los paquetes con publicidad, según la agencia local AAP.
Para el caso de que los fabricantes de cigarrillos incumplan la nueva ley, se contemplan multas que superan los cien millones de dólares y la retirada del producto del mercado.
El Gobierno, en poder del laborismo desde 2007, ha aumentado su presión contra el tabaquismo en los últimos años porque es la causa de la muerte anual de unos 15.000 australianos por dolencias vinculadas y supone un gasto de más de 31.000 millones de dólares del presupuesto sanitario.
EFE