El líder religioso paquistaní Tahir ul Qadri decretó este martes la continuación de la sentada de protesta masiva iniciada la víspera por miles de simpatizantes suyos en el centro de la capital, Islamabad, para denunciar "la incompetencia" y "la corrupción" de las autoridades.
"Me quedaré" y "quiero que os quedéis hasta mañana", declaró Qadri en el lugar a uno de sus simpatizantes. "Sí", le contestó la muchedumbre.
"Hablaré de nuevo con vosotros mañana. Tengo esperanza de que entonces no necesitemos quedarnos más", añadió Qadri, un paquistano-canadiense que regresó en diciembre de Toronto después de años en el exilio.
Qadri llegó por la noche al centro de la capital aclamado por sus simpatizantes y dio un ultimátum al gobierno para que disuelva rápidamente el Parlamento federal y las asambleas provinciales.
El ultimátum de Qadri, que advirtió que sus simpatizantes seguirán movilizados en la capital "hasta que se excluya a los dirigentes corruptos", expiró el martes a las 11H00 (06H00 GMT).
A última hora de la mañana, un responsable de los servicios de seguridad locales cifraba en "unos 25.000" los manifestantes reunidos en la avenida que va al Parlamento.
Por la mañana se produjeron breves escaramuzas entre manifestantes y la policía cuando los primeros, que pasaron la noche en el lugar, avanzaban hacia el Parlamento, situado a unos cientos de metros de allí.
La policía efectuó disparos al aire y lanzó gases lacrimógenos cuando los manifestantes empezaron a desplazar los contenedores que les obstaculizaban el camino.AFP