Como si de una estrella de cine o de rock se tratara. Así ha llegado a Madrid Dan Brown para presentar su esperada novela "Inferno", su cuarta y última ficción llamada al éxito, protagonizada por el profesor Robert Langione e inspirada en "La Divina Comedia", de Dante.
Un infierno que para conocerlo no hace falta tener que descender hasta el noveno círculo, donde están las peores fieras, como propone Dante, porque, para Dan Brown, tanto "el infierno como el paraíso existen y están en la tierra".
Y es que este escritor, un fenómeno editorial y uno de los que más éxitos tiene en todo el mundo -de "El Código Da Vinci" vendió más de 80 millones de libros y fue traducido a 54 lenguas-, se ha vuelto más complejo y comprometido en "Inferno", como ha demostrado hoy durante la presentación del libro, publicado por Planeta, en la madrileña Biblioteca Nacional.
Una rueda de prensa a la que han acudido una multitud de periodistas de todo el mundo, sobre todo españoles y latinoamericanos, ya que era la presentación del libro en español, que sale con una tirada de un millón de ejemplares.
Para el escritor estadounidense, el más grave problema con el que se tiene que enfrentar el mundo es la superpoblación, un tema protagonista de su nueva novela que el autor asemeja al infierno de Dante. "En los últimos 85 años, la población se ha triplicado. Cada día nacen 200.000 personas, y todos los problemas, como las guerras, el tema del agua o la enfermedades, nacen de este problema", advierte.
"Yo no tengo la solución; si fuera así, no escribiría novelas. Pero esta guerra requiere una respuesta contundente", ha subrayado Brown, hijo de un matemático y una madre organista, nacido en New Hampshire (EE.UU.) en 1964.
Un familia no muy católica y sí muy científica. "Crecí entre la ciencia y la religión, entre Adán y Eva y la teoría de la evolución humana. Les preguntaba a mis padres, y ellos me decían que los niños buenos no hacen este tipo de preguntas, pero yo siempre pregunto. Mi religión es un trabajo sin acabar", ha sostenido sentenciando el autor de "Ángeles y demonios" o "La conspiración".
"Y en el futuro las cuestiones éticas serán elementos muy importantes", ha subrayado.
Dan Brown no es un escritor muy querido por la jerarquía de la Iglesia católica, que siempre manifiesta su malestar por sus obras, por los tema que toca; sobre todo, desde "El Código Da Vinci", y en esta caso parece que puede pasar lo mismo con el tema de la superpoblación.
En este sentido, el escritor ha señalado que no creía que con el nuevo papa Francisco se producirán "cambios drásticos".
"El Vaticano cambia muy, muy despacio: sus movimientos son geológicos. No conozco al nuevo papa Francisco. Parece un hombre muy devoto, de ideas nobles. Ya veremos lo que ocurre", señala.
En "Inferno", Brown vuelve al tema histórico plagado de intrigas, arte, belleza, símbolos y códigos secretos por descifrar, de la mano del catedrático de Simbología de la Universidad de Harvard Richard Landgdon, alguien al que le gustaría parecerse, según ha reconocido el autor.
El escritor también ha hablado del secretismo que rodea todas sus investigaciones.
"Desde mi éxito con 'El Código Da Vinci' se me han abierto muchas puertas entre investigadores y especialistas, pero tengo que disimular cuando pregunto para no dar mucha información y para que no sepan de qué voy a escribir. Lo más importante es despistar a la gente", ha subrayado Brown, que dice que no tiene temor a los historiadores porque él va por otro lado, uno más provocador.
"Lo verdaderamente importante es hacer algo sincero y que venga del corazón", ha precisado el autor, quien también ha tenido palabras para los críticos. Algunas críticas en Estados Unidos han sido demoledoras, mientras que otros han dicho que "Inferno" es la mejor obra del autor. "No necesito gustar a todo el mundo", ha reconocido este autor de superventas.
Y esta faceta como autor de "bestsellers" también ha sido defendida por Brown con un argumento bastante justo: "El mundo editorial es muy importante y lo que más se necesita es que haya autores de éxito como yo, porque eso les permite publicar a otros escritores importantes que no tendrían voz de otra manera".
Preguntado durante casi una hora por una gran diversidad de asuntos, Dan Brown ha hablado de su amor por los símbolos y los códigos secretos, una pasión que le nace desde niño, según ha relatado, cuando sus padres le ponían papelitos con muchos códigos secretos que tenía que descifrar para conseguir un premio.
Y también se ha referido a sus manías a la hora de escribir y ha confirmado la leyenda de que se cuelga boca abajo para que le baje la sangre a la cabeza antes de escribir, y hace ejercicio y flexiones antes de ponerse ante la página en blanco.
EFE