El Parlamento de Bulgaria reanudó hoy sus sesiones tras el receso veraniego en medio de tensiones y forcejeos entre grupos de manifestantes y unidades de antidisturbios de la policía destacados ante la Asamblea. Aproximadamente 2.000 personas, convocadas a través de una iniciativa en Facebook, se reunieron ante el Parlamento para dar la "bienvenida" a los diputados tras 83 días de manifestaciones diarias contra el Gobierno.
Al otro lado de la Cámara se concentraron cientos de seguidores del ejecutivo liderado por el economista independiente Plamen Oresharski, en el poder desde mayo con el apoyo de los socialistas y el partido de la minoría turca. Ambos grupos estuvieron separados por cordones policiales que rodea el Parlamento.
Algunos manifestantes trataron de quitar las vallas policiales que les alejaban del Parlamento y los agentes de seguridad tuvieron que intervenir aunque sin arrestarlos.
Las protestas contra el Gobierno, que llegaron a concentrar a decenas de miles de manifestantes, se iniciaron el pasado 14 de junio tras la polémica designación del empresario controvertido y también magnate medio, Delyan Peevski, como jefe de los servicios secretos, una decisión que fue cancelada poco después por la fuerte reacción popular.
Los manifestantes, cuyo número disminuyó a lo largo del verano, acusan al Gobierno búlgaro de no actuar de forma transparente y sólo en interés de los grandes empresarios. Por primera vez se unieron a la manifestación de hoy miembros del opositor partido GERB, que estaba en poder hasta el febrero pasado, derrocado tras una ola de protestas contra la pobreza.
El líder de GERB, ex primer ministro, Boiko Borisov, declaró hoy que apoya a las protestas porque también exige la dimisión del ejecutivo para celebrar nuevas elecciones. Según indicaron fuentes del GERB, las estructuras regionales del partido han alquilado autobuses para transportar hasta Sofía a sus militantes para participar en la protesta.
Al mismo tiempo, el Partido Socialista Búlgaro (BSP), que apoya al Gobierno, está movilizando a sus seguidores a favor de Oresharski. A primera hora de la tarde, los manifestantes de ambos bandos seguían enfrente del Parlamento, donde comenzó sin problemas la primera sesión después del verano.
Bulgaria es el país más pobre de la Unión Europea (UE) y vive desde comienzos del año una fuerte crisis económica, que ha causado gran malestar social que ha desembocado en una crisis política.
EFE