Las autoridades surcoreanas acusaron este año a 118 personas de violar la controvertida ley anticomunista del país, lo que supone la cifra más alta en más de una década, según informes del Tribunal Supremo dados a conocer el domingo.
La última vez que se rebasó ese número fue en 2002, cuando se procesó a 167 personas acusadas de vulnerar la polémica norma.
Entre los acusados este año de violar la Ley de Seguridad Nacional se encuentran un sacerdote católico que justificó en una misa el bombardeo norcoreano de la isla surcoreana de Yeonpyeong en 2010, el líder de un partido de izquierdas que supuestamente planeó un atentado o el conocido futbolista norcoreano Jong Tae-se.
Aprobada en 1948 para combatir el comunismo, la llamada Ley de Seguridad Nacional, considerada por muchos como una norma que atenta contra la libertad de expresión, prohíbe cualquier actividad "contra el Estado" que pretenda alabar, alentar o hacer propaganda de los ideales políticos de la vecina Corea del Norte.
Ambos países siguen técnicamente en guerra ya que el conflicto armado que los enfrentó entre 1950 y 1953 concluyó con un alto el fuego en vez de con un tratado de paz.
Por otro lado, 10 personas, un número inusualmente alto, fueron absueltas de los cargos por los tribunales surcoreanos.
Algunos expertos creen que esto se debe a que las cortes no han reconocido los cargos en estos casos porque el Gobierno ha buscado procesar este año a individuos que simplemente fueron críticos con el Ejecutivo de la conservadora Park Geun-hye, nombrada presidenta en febrero.
"La administración está castigando enérgicamente a los que infringen la Ley de Seguridad Nacional con una clara motivación política detrás", opinó el portavoz de la Asociación de Abogados para una Sociedad Democrática, Chang Kyung-wook, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
La Fiscalía Suprema de Corea del Sur ha negado tajantemente tal extremo y mantiene que su actuación se ha ajustado a derecho en todo momento.
La última vez que se rebasó ese número fue en 2002, cuando se procesó a 167 personas acusadas de vulnerar la polémica norma.
Entre los acusados este año de violar la Ley de Seguridad Nacional se encuentran un sacerdote católico que justificó en una misa el bombardeo norcoreano de la isla surcoreana de Yeonpyeong en 2010, el líder de un partido de izquierdas que supuestamente planeó un atentado o el conocido futbolista norcoreano Jong Tae-se.
Aprobada en 1948 para combatir el comunismo, la llamada Ley de Seguridad Nacional, considerada por muchos como una norma que atenta contra la libertad de expresión, prohíbe cualquier actividad "contra el Estado" que pretenda alabar, alentar o hacer propaganda de los ideales políticos de la vecina Corea del Norte.
Ambos países siguen técnicamente en guerra ya que el conflicto armado que los enfrentó entre 1950 y 1953 concluyó con un alto el fuego en vez de con un tratado de paz.
Por otro lado, 10 personas, un número inusualmente alto, fueron absueltas de los cargos por los tribunales surcoreanos.
Algunos expertos creen que esto se debe a que las cortes no han reconocido los cargos en estos casos porque el Gobierno ha buscado procesar este año a individuos que simplemente fueron críticos con el Ejecutivo de la conservadora Park Geun-hye, nombrada presidenta en febrero.
"La administración está castigando enérgicamente a los que infringen la Ley de Seguridad Nacional con una clara motivación política detrás", opinó el portavoz de la Asociación de Abogados para una Sociedad Democrática, Chang Kyung-wook, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
La Fiscalía Suprema de Corea del Sur ha negado tajantemente tal extremo y mantiene que su actuación se ha ajustado a derecho en todo momento.
EFE