Prensa Mintur).- Recorrer la vía terrestre de la ruta Manaos (Brasil) – isla de Margarita (Nueva Esparta, Venezuela) es una aventura inolvidable que permite conocer lo mejor de dos países hermanos: sus atractivos naturales.
El viaje está estructurado en cinco tramos, conectando las ciudades: Manaos, Boa Vista, Santa Elena de Uairén, Ciudad Bolívar, Puerto La Cruz y Porlamar (considerada como la capital comercial de la isla); además, hay una variante que incluye a Ciudad Guayana, Maturín y Cumaná.
Por el lado de Brasil, entre Manaos y Boa Vista hay 786 kilómetros aproximadamente. Al transitar por estos, el principal atractivo turístico natural es la selva amazónica, donde habitan 4 mil tipos de mariposas, más de 2 mil clases de peces, 1 mil 700 clases de aves y 20% de las especies de los primates de todo el planeta. Un fenómeno impresionante ocurre en la época de lluvias, cuando el agua se eleva a tal nivel que casi alcanza la copa de los altos árboles.
Es imperdible navegar por el río Negro y apreciar el encuentro de sus aguas con las del río Amazonas. Por esta travesía, hay que visitar la playa de Punta Negra; el Parque Ecológico de January, que cuenta con 9 mil hectáreas; el lago de las Victoria regia, que son unas plantas gigantes que se extienden sobre el agua; las cascadas de Iracema, Araras y Suframa; el salto La Orquídea y la represa de Balbina; entre otras bellezas.
Siguiendo la aventura, el turista se aproxima a Santa Elena de Uairén (Bolívar), ciudad fronteriza que es puerta de entrada al territorio venezolano. El tramo entre Boa Vista y esta ciudad comprende 226 km, caracterizados por un paisaje único: las sierras tepuyanas. Navegar por el río Branco y conocer sus parques acuáticos y balnearios, constituyen el principal atractivo en este tramo.
Ya en Venezuela, el Parque Nacional Canaima, que a su vez es Patrimonio Natural de la Humanidad, exhibe la majestuosidad de los tepuyes, los cuales están conceptualizados como una formación rocosa muy grande y elevada, aislada, de pendiente vertical y cima plana, propia del macizo guayanés; pero su magia va más allá de eso, porque en este lugar el turista experimenta una conexión con la naturaleza que se remonta a millones de años.
Entre Santa Elena de Uairén y Ciudad Bolívar hay 812 km de experiencias inolvidables. Es preciso hacer parada para disfrutar de los saltos de agua en La Gran Sabana, entre los cuales destaca el Kerepacupai Vená o Salto Ángel: la caída de agua más alta del mundo (1 mil 002 metros). Adicionalmente, la visita es una oportunidad para compartir con la comunidad indígena pemón, que se caracteriza por su hermosa artesanía y deliciosa gastronomía.
Los tepuyes Roraima y Kukenán; los saltos: Aponwao, Kamá, Torón, El Sapo y El Danto; los ríos Carrao y Kukenán; la laguna de Canaima; el Cañón de Kavak; las quebradas Jaspe (Kako-parú) y Pacheco (Arapan-merú); el balneario Soroapé; el mirador El Oso; los Rápidos de Kamoirán; entre otras tantas maravillas, son parte del principal tesoro venezolano: su patrimonio natural.
La expedición avanza y el turista se adentra a Venezuela. Es así como llega al tramo que abarca desde Ciudad Bolívar hasta Porlamar, con un total de 310 km. Paso a paso, las playas caribeñas están más cerca, pero antes es recomendable navegar por el río Orinoco, así como conocer la laguna El Porvenir, el lago de Guri y el río Caura.
Asimismo, siguiendo la ruta se presenta el estado Anzoátegui, que cuenta con los Farallones de Chimire y el Cerro Negro. Mientras que las playas de arena blanca y aguas verdeazuladas, que engalanan al Parque Nacional Mochima, son ideales para la práctica de snorkeling, kayaking, velerismo y buceo. Desde este punto, el siguiente destino es Porlamar.
De esta manera, en vez de dirigirse a Ciudad Bolívar, el turista tomará el camino por Ciudad Guayana, que lo llevará a conocer las ciudades Maturín, Cumaná e igualmente llegar a Puerto La Cruz, para luego embarcarse a la isla de Margarita. El tramo abarca 451 km, y será descrito en la segunda parte de este reportaje.
La ruta está diseñada para hacer realidad una de las premisas del buen turismo, y es que en los viajes la mayor satisfacción no se logra únicamente en el destino, sino en la suma de momentos que comprenden todo el trayecto. En estas vacaciones 2014, aventurarse desde Manaos hasta Margarita es una gran oportunidad para conocer maravillosos atractivos naturales.